Opinión

Recuento

Con una agenda repleta de incumplimientos y promesas guardadas, en el aire proyectos en su día llamados a recibir inversiones millonarias y la provincia en el último puesto de la última fila, los casi cuatros años de Gobierno Feijóo se cierran en falso con el anunciado adelanto electoral, al tiempo que quedan para el olvido cada uno de los 14 puntos de su contrato con Galicia y los gallegos. En Ourense, castigada y abandonada a su suerte, se amontonan en papel parques empreariales, vías de comunicación, residencias, centros culturales y hasta macroproyectos destinados a hacer de la provincia espejo para emprendedores. En tiempo de elecciones, y con ellas fijadas para octubre, seguirán los ourensanos esperando lo que de bueno le prometieran a la hora de pedir un voto que, a la larga, no ha servido de garante de mínimo desarrollo.

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