Opinión

Crónica de un homenaje

Los años, el blanquecino pelo, nos va aportando eso que llamamos experiencia que aplicada con la debida prudencia nos conduce a recordar la sabia y humilde sentencia de Sócrates: 'Sólo sé que nada sé'. Y es muy frecuente la opinión de los que escriben - o emborronan papeles- exponiendo opiniones en la prensa a posteriori, lo que más bien se parece a jugar sobre seguro. Pero haciendo uso de las excepciones, de los que no se prodigan en adulaciones cuando los hechos están consumados, caeré en ese pecado, pienso que venial por mi parte, que se llama vanidad.

Corría el año 2006, concretamente el 21 de enero, y en 'La Región', diario en el que vengo colaborando, apareció el artículo de mi autoría titulado 'Aquel mozo de Os Peares'. ¿Y a qué viene esto? Trataré de explicarme. Alberto Núñez Feijóo, que nació el 10 de septiembre de 1961, con sus 48 años de edad, aporta ya a su biografía haber desempeñado los cargos de la Secretaría General de la Consellería de Sanidad y Servicios Sociales de la Xunta de Galicia; la dirección del Sergas; la presidencia de Correos y Telégrafos; la Consellería de Política Territorial, Obras Públicas y Vivienda, y desde marzo del 2009 la presidencia de la Xunta de Galicia.

Cogió la presidencia del PP en Galicia después de unas elecciones autonómicas perdidas por Fraga Iribarne, no a título personal, sino por una alianza entre el bipartito PSOE-BNG. Pese a su juventud hizo buena la sentencia del literato y crítico italiano A. Graf: 'No es quien más ha vivido sino el que más ha observado, el que posee una mayor experiencia del mundo'. Su habilidad conciliadora se puso de manifiesto hace años en el PP, entre los de la boina y el birrete. Ahora, después de siete meses de trabajo intenso, de reuniones con las cúpulas de las cajas, partidos políticos, sindicatos y empresarios, con la ayuda muy eficiente de la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás y del conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda Valenzuela, ha conseguido ver colmada la fusión de las cajas de ahorros gallegas -Caixa Galicia y Caixanova o Caixanova y Caixa Galicia, pues tanto monta, monta tanto...- en la condición paritaria por la que tanto abogó.

Volviendo a mi artículo de 2006 titulado 'Aquel mozo de Os Peares', publicado tres años antes de las elecciones con el Gobierno del bipartito al poder, lo finalizaba en estos términos: 'Alberto, al menos de momento, está demostrando su poder de observación y ojalá siga así por mucho tiempo para bien de nosotros los gallegos'. A priori, he acertado en el pronóstico, a modo de profeta, con el buen hacer de Alberto Núñez Feijóo. Pero ahora tengo otro pronóstico, otro vaticinio sobre su futuro político. ¿Cuál es? Por hoy he agotado mi espacio. Volveré otro día.

Te puede interesar