Opinión

La propiedad de la Real Banda

A veces se confunde la autonomía con la falta de tutela y se toma la autoridad delegada como un ejercicio unipersonal de poder. Cuando eso se produce en la Administración acba siendo especialmente lesivo porque se está jugando, a su vez, con recursos públicos y propiedades, materiales o inmateriales que no son de nadie más que los ciudadanos. Algo de esto ocurrió con la sorprendente decisión de Xosé Lois Foxo, director de la Real Banda de Gaitas de la Diputación de Ourense, de crear una fundación a su nombre para gestionar los destinos de una entidad musical en la que esta provincia ha invertido generosos esfuerzos. Hubo de saltar la alarma e intervenir el presidente José Manuel Baltar para recordarle que es la institución la que creó, da cobijo en sus instalaciones y sufraga los gastos de la Real Banda, y que su director un funcionario de la institución, por lo tanto sujeto a su disciplina y decisiones. Foxo parece haber abandonado su primitiva intención pero no ese ciego endiosamiento que lo ha llevado a dar el monumental patinazo. El responsable de la agrupación musical todavía mantiene guardado en el cajón su proyecto, tal vez en espera de tiempos mejores. Tal es su sentido patrimonial en este asunto, que si ustedes ponen en Internet la dirección xoseloisfoxo.com verán como todos los elementos que recoge son los de la Real Banda de Gaitas de la Diputación.

Justo es reconocerle méritos no baladíes: Ha desarrollado un intenso trabajo pedagógico y de investigación sobre la gaita, ha creado y enriquecido el museo de la cornamusa y ha propagado por todo el mundo parte de las señas de identidad cultural de Ourense y Galicia. Pero también lo ha hecho con ingentes recursos económicos, se diría en más de una oportunidad suntuosos, que y en alguna ocasión, a costa de meter a la institución en innecesarias polémicas sobre la identidad de la gaita gallega. En cualquier caso, independientemente de la valoración de su trayectoria y de su labor, resulta alarmante que un funcionario público intente, desde la puerta de atrás, crear una fundación para apropiarse de la Real Banda de Gaitas de Ourense. Es, cuando menos, una grave desconsideración hacia la institución que le da trabajo y una falta de respeto a la provincia que no ha escatimado recursos para favorecer durante años una labor cultural colectiva que Foxo ha hecho desembocar en un delirio personal.

Te puede interesar