Opinión

Cárate

Hay que ver lo cara que nos está saliendo la democratización de las opiniones de los lectores de los medios de comunicación. Las patadas al lenguaje son tantas y de tan variado pelaje que un corrector no sabría por dónde empezar.

Eso sí, el contenido muchísimas de esas opiniones es tan discutible como su ortografía. Se puede aplicar una regla por la cual el grado de perplejidad de lo que se puede leer entre líneas es directamente proporcional a la enjundia de la errata, al tamaño del disparate. Con el agravante de que incluso algunos de los textos correctamente escritos, casi siempre escasos, también acogen discursos que claman al cielo.

En fin, que estos últimos días he encontrado en numerosos mensajes de las ediciones digitales de los periódicos, la palabra cárate. Por más que la releo no acabo de acostumbrarme. Cárate, cárate.

Mensajes de espectadores aparte, los rótulos impresionados en la parte inferior de la pantalla por parte de los redactores de los programas también son un filón. En la única edición de ‘La noria’ vista este mes encontré un “por qué sigue despertando tanta expectación lo que hacen Felipe González y José María Aznar”. En ‘La jaula’ ya desaparecida algún hechar de menos con hache. Como si los correctores de Word no lo delataran.

Te puede interesar