Cuando presentaron la nueva etapa de TVE sin publicidad, Luis Fernández y Javier Pons lo dijeron alto y claro. En La 2 sólo tendría cabida la producción propia. Y así ha sido. Hasta esta semana cuando, cubriendo el hueco dejado por La lista, ese concurso enlatado que durante todo el invierno se ha emitido con los concursantes en tirantes y manga corta, con la quinta temporada de Mujeres desesperadas. Lo cierto es que el futuro de La 2, y el del canal Cultural.es, todavía nos resulta incierto. Sigue faltando producción propia, puesto que si exceptuamos la puesta en marcha de Para todos la 2 desde Sant Cugat, muy pocas novedades hemos experimentado en la parrilla. Las cifras de audiencias, salvo en el caso del cine, son decepcionantes. A estas alturas, podemos afirmar que exceptuando la emisión de películas sin publicidad, muy bien recibidas por el público con independencia de su procedencia española, latinoamericana o europea, las cuotas de pantalla de la cadena continúan renuentes, y en algunos casos testimoniales. Tras quince semanas de emisión en su nuevo horario, La 2 noticias y Tras la 2 no han ganado después de su traslado de la medianoche. Lo mismo ocurre con todos esos programas nobles que van en la franja de tarde-noche. Con este panorama, duplicar la oferta en la TDT con un canal monográfico cultural puede interpretarse como un divide y vencerás. Aunque bien mirado, si coexisten varios canales de noticias, deportivos, por qué no van a tener derecho los culturales.