Opinión

Al pan, pan

En el año 2001 la Ley 21 de 27 de diciembre fijó la forma de reparto que facilitaría a las Comunidades Autónomas su posibilidad de financiarse. Quiero significar que gobernaba el señor Aznar con mayoría absoluta. La decisión que dio contenido a la citada disposición se tomó ‘entre todos por unanimidad’. A todos les pareció suficiente para caminar razonablemente. Se pasaba en el IRPF del 30% al 33%. En el IVA se cedía el 35%. Todos estaban tan contentos. Posteriormente y gracias a la social medida del señor Caldera: ‘papeles para todos’, llegaron a España más de dos millones de emigrantes que se residenciaron, principalmente en las comunidades de Cataluña, Madrid y Valencia. No se si recuerdan al señor Caldera, un ministro salmantino que, con valentía, manifestó que tenían que pasar sobre su cadáver para llevarse a Cataluña un solo papel del archivo de Salamanca y del que no se tiene constancia que esté apisonado en ninguna de las carreteras que salen de la hermosa ciudad charra. Ahora, tras la medida ‘vertebradora’, según ZP, que no ha sido aprobada por todas las Comunidades españolas, el Estado Central cede más del 50% de su recaudación y tras arduo esfuerzo consigue que no todos los ciudadanos sean iguales ante la ley, para concretar, que no valgan lo mismo ante la misma. Es una injusticia ‘vertebradora’ que se comete con lugares en los que viene perdiendo los procesos electorales el actual partido en el Gobierno Central. Según la señora Esperanza Aguirre la nueva fórmula es ‘injusta, insolidaria y regresiva’. A ustedes ¿qué les parece? Yo, tengo un lio morrocotudo, me espero cualquier cosa del ‘Nefasto’ y me limito a confirmar las dificultades que tienen nuestros alcaldes para ‘ir tirando’. Por cierto, el de mi pueblo: Vilamarín, organizó la pasada semana unas gratas jornadas de convivencia y actividades culturales de lo más ‘chupi’.



Te puede interesar