Opinión

Ahora dicen que Juan Carlos fue un pardillo engañado por una mala mujer

Corinna Larse va logrando que el mal llamado emérito tenga que responder de sus actos, tras fracasar su pretensión de cobijarse bajo en la inmunidad. Aquella que apareciera en la comitiva de Rey Juan Carlos, pisando la misma alfombra roja en un viaje de Estado, o que su amante llevó en un viaje oficial en el que iba también la reina, o que residió en una finca del patrimonio nacional que haya acabado denunciando judicialmente en Londres a su antiguo amante por acoso y otras más graves conductas, en las que implica a los servicios de inteligencia del Estado español, le exige una elevada indemnización, por daños morales y psicológicos, es toda una novela. La misma que recibiera como “regalo” 65 millones de euros, obtenidos por Juan Carlos I por donación del rey de Arabia Saudí, no ha parado de hablar.

El 29 de diciembre de 2020, Corinna presentara ante el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra una extensa demanda contra Juan Carlos y los servicios secretos españoles. El texto le fue remitido a Juan Carlos I al Palacio de la Zarzuela en Madrid y a su residencia de Abu Dabi. Se cree que Juan Carlos I se resistió a dar el acuse de recibo al documento de 30 folios que contiene los denominados particulars of claim, el relato del caso y de los hechos, y que condujo al acusado a contratar al carísimo bufete Clifford Chance de Londres.

El punto de ruptura entre ambos amantes habría sido el hecho de que Juan Carlos le exigiera la devolución de los 65 millones que le había regalado para asegurar su futuro y el de su hijo. Según la denunciante, la campaña de acoso y difamación ha perjudicado seriamente sus negocios, haciéndola perder mucho dinero, por lo que exigía que Juan Carlos se lo compensara. La propia Corinna relata cuándo empezaron y cómo fueron sus relaciones con Juan Carlos en el texto de la demanda: “La demandante y el demandado se conocieron en 2004. Poco después de conocerse, la demandante y el demandado iniciaron una relación sentimental, y en enero de 2009 el demandado le pidió a la demandante que se casara con él. Sin embargo, sus relaciones íntimas concluyeron en 2009 cuando la demandante supo que su relación no era exclusiva por parte del demandado”. (…) “Hacia mayo 2014, le propuso matrimonio a la demandante, no era la primera vez. La demandante lo rechazó, entre otras razones debido a que el demandado estaba casado con la reina Sofía y veía a otras mujeres”. Dice Corinna que, tras rechazarlo, la reacción del demandado mostraba desesperación y confusión. “Después enfado e indignación por el rechazo de la demandante ante sus proposiciones. A continuación, se negaba a aceptar la decisión de la demandante y su actitud y maneras hacia la demandante cada vez eran más amenazantes. Afirmó que, si la demandante no retomaba su relación, habría consecuencias. También empezó a presionar, por primera vez, para lograr la restitución de regalos financieros y de otra índole con los que había obsequiado a la demandante”. A esta historia le queda mucho trecho, luego de que el juez Matthew Nicklin, del Tribunal Superior en Londres, haya denegado el permiso a Juan Carlos I para que recurra ante él su decisión de no reconocer su inmunidad por su pretendida condición de miembro de la Casa Real española. Según todos los cálculos, para el verano sabremos en qué acaba la historia.

Te puede interesar