Opinión

La red “Pegasus” y el victimismo independentista

El asunto este del espionaje, la red Pegasus, el alcance, origen y responsabilidad de sus actividades, sus efectos y el aprovechamiento victimista que hace del mismo el independentismo catalán es un caso poliédrico. Llama la atención que nadie haya aludido a los antecedentes y perdurabilidad de otros casos anteriores y presentes el empleo de herramientas tecnológicas para el espionaje político y, sobre todo, industrial, me refiero a la red Echelon. Pero la serie de circunstancias que se dan en este caso lo hacen especialmente grave y original. Desde algunos sectores interesados se está disparando por elevación contra lo que en un Estado moderno es, en este sentido, normal; es decir, que existan mecanismos de investigación y defensa de ese mismo Estado a través de medios adecuados, otra cosa es que se haga uso indebido de los mismos, cosa igualmente frecuente.

De todos modos, otra vez, como ya ocurriera en el caso de las invasiones marroquíes, organizadas por su Gobierno, a Ceuta y Melilla, el CNI ha quedado en evidencia de que precisa tomarse más en serio sus funciones. Hay que ser muy ingenuo para creer que el programa Pegasus, creado en el país que dispone de los mejores y más eficientes servicios secretos del mundo, iba a ser usado únicamente por los Estados para perseguir a terroristas y criminales, y no ser empleado, como fue, por los diversos servicios para espiar a los gobernantes o dirigentes de los países con los que se puedan mantener contenciosos diversos, por cuanto la información es esencial. El problema no es que estos medios existan, que existen y existirán, sino que no se disponga de los medios adecuados para interceptarlos.

En nuestro caso, aparte del aprovechamiento que del asunto hacen los consocios del Gobierno del doctor Sánchez, a los que, como queda dicho les viene de perilla mismo, el conocimiento de que fueron espiados el presidente del Gobierno y la titular de Defensa da un contenido especial al episodio, especialmente cuando trasciende que ambos fueron espiados coincidiendo con tensiones con Marruecos, crisis migratoria e indultos. 

Pegasus funciona desde 2015 como mecanismo de espionaje de difícil control, usado tanto en el ámbito político como en el industrial, cosa que ya hace la red Echelon. Hace ahora veinte años, los europeos nos enteramos de que de que todo correo electrónico y las comunicaciones realizadas por teléfono y fax podían interceptadas de forma rutinaria por la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Aparte de todo esto, hay un aspecto de alcance al que es preciso referirse, por cuanto varios de los consocios de Gobierno, ahora incorporados a la comisión de secretos oficiales, aparte de sentirse especialmente víctimas Pegasus, va a acceder a informaciones delicadas y aspectos esenciales en la defensa del Estado del que quiere salirse A ver si sacamos algo en limpio de la comparecencia de la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban. Lo que despierta especial interés es lo que cuente o no de la supuesta investigación a la que fueron sometidos del orden de sesenta dirigentes independentistas, lo que los interesados se han ocupado de poner por encima del propio agujero de seguridad que ha provocado que los móviles de Pedro Sánchez y la ministra de Defensa, Margarita Robles, fueran infectados también por ese sistema espía.

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