Trato sobre la entrevista que le han hecho a la hija de Willy Gram. Le preguntaron: '¿Cómo pudo Dios permitir que sucediera todo esto?'. Se refería a los ataques del 11 de septiembre. Gram dio una respuesta profunda y llena de sabiduría: 'Al igual que nosotros, creo que Dios está profundamente triste por este suceso, pero durante años hemos estado diciéndole a Dios que salga de nuestras escuelas, que salga de nuestro Gobierno y que salga de nuestras vidas. Siendo el caballero que Él es, creo que se ha retirado tranquilamente. ¿Cómo podemos esperar que nos dé su bendición y su protección, cuando le hemos exigido que nos deje estar solos? A la luz de ciertos sucesos recientes, ataques terroristas, asesinatos en las escuelas, creo que todo comenzó cuando Madeleine Murria se quejó de que no quería que se rezara en las escuelas... y dijimos que estaba bien. Luego se dijo que mejor que no se leyera la Biblia en las escuelas. La Biblia dice: 'No matarás, no robarás, amarás a tu prójimo como a ti mismo'. Y dijimos que estaba bien. Se dijo que no debíamos de pegarle a nuestros hijos cuando se portan mal, porque se traumatizarían y lastimaríamos su autoestima. Fiándonos de los expertos, dijimos que estaba bien. Se dijo que los maestros y directores de los colegios no deberían disciplinar a nuestros hijos cuando se portaran mal.
Los administradores de las escuelas y facultades no desean publicidad negativa, por si los demandan, así que prohibieron que ningún miembro les tocara. Hay una gran diferencia entre disciplinar, tocar, golpear, dar un cachete, humillar etc. Y dijimos que estaba bien. Se dijo: 'Dejemos que nuestras hijas aborten, si quieren, y ni tienen que decírselo a sus padres'. Y dijimos que estaba bien. Les dieron condones hasta en las escuelas, sin decírselo a sus padres, para que se diviertan lo que quieran. Y dijimos que estaba bien. Luego, algunos de los principales funcionarios públicos dijeron: 'No importa lo que hacemos en privado, mientras cumplamos con nuestro trabajo'. Estuvimos de acuerdo y dijimos: 'No me importa lo que nadie -incluyendo al presidente- haga en su vida privada, mientras yo tenga un trabajo y bien la economía'. Y dijimos que estaba bien. Alguien dijo: 'Vamos a imprimir revistas con fotografías de mujeres desnudas, como una apreciación sana y realista de la belleza del cuerpo femenino', y dijimos que estaba bien. Han ido más allá, y se publicaron fotografías de niños desnudos, colocándolas en internet. Dijimos que estaba bien, 'ellos tienen derecho a su libertad de expresión'.
La industria de la diversión reclamó más show por televisión, películas promoviendo lo profano, la violencia y el sexo, dijimos que estaba bien. También se dijo: 'Grabemos música que estimule las violaciones, las drogas, los suicidios y los temas satánicos'. Y se dijo 'no es más que diversión, no tiene efectos negativos, nadie lo toma en serio, así que, adelante'. Y dijimos que estaba bien. Ahora nos preguntamos: ¿por qué tanta cantidad de niños no tienen conciencia? Porque no saben distinguir entre el bien y el mal. Se llegó a una cota terrible, donde se matan entre ellos, a compañeros o a desconocidos. Sabemos casos. Pensándolo despacio, llegamos a la conclusión de que: 'lo que sembramos es lo que recogemos '. Se manda a Dios a la basura, luego se pregunta por qué el mundo está en proceso de destrucción. La basura por la red se comparte cantidad, pero los mensajes sobre Dios se piensa dos veces si se comparten. Los artículos lujuriosos, crudos, vulgares y obscenos circulan libremente por el ciberespacio... pero hablar de Dios en público, se suprime en las escuelas, en el trabajo y a veces hasta en el hogar. Es curioso ver cómo nos preocupa más lo que piensan los demás de nosotros, que lo que piensa Dios de nosotros mismos'.
