Estás de nuevo, y hay que celebrarlo, aunque solamente sea por tener un año más. Aunque este año no es como era de esperar, deseamos sea el primero en que con gran esperanza nos deje sin Zapatero, que se vaya a sus zapatos, a su tierra, de la que nunca debió haber salido, porque no estamos encantados de haberle conocido. Recuerdo las Navidades de antaño, nadie pensaba en el daño que podían hacerle los mandatarios, había respeto y cariño, tanto de los mayores como del niño. Ahora, ni una cosa ni otra, muchos pasotas y chulerías, hasta ni el 'guefe' se fía de las devotas. Con esta crisis económica, y sobre todo de los valores, aunque sea entre nieve, dan unos calores... Se oye a padres que no pueden con sus hijos, que les levantan la mano. Claro, este Gobierno los puso en aviso de que si se les pegaba, a quien castigaba era los padres con cárcel, y los infantitos se crecieron, porque ellos, pegando a sus progenitores no está contemplado, siendo menores, encarcelarlos. Esos gobernantes se ve por donde van, como 'alguno' no ha podido gobernar a los suyos, se ha visto, legislan para que vean que no llevarán un sopapo, y no se los den a ellos por adelantado. Se evitaría si se hubieran educado antes, cuando el arbolito era tierno, ahora viven un infierno; pero lo que desean es contagiar a los demás para hacer juego, deshacer las familias para que no haya ni apoyo, ni unión, ni felicidad. Eso es manipulación, la nueva canción.
Ahora es Navidad, fiesta hermosa para cualquier edad, se renuevan ilusiones, las familias están más unidas. Siempre se dijo que los que tenían menos eran más felices que los que le sobra de todo..., cuando no llegan a la pobreza extrema, donde no falte lo esencial. El hombre feliz sin camisa, viviría en un país de dulce brisa, con sol todo el año y altas temperaturas, así se explican esas alegrías. En esta Navidad renovaremos la esperanza con el Niño de Belén. Si los que nos llevaron a esta crisis hicieran lo que Él predicó, nunca llegaríamos a ella. La humildad, austeridad y la caridad, está lejos de los que gobiernan desde Madrid. Como no es su dinero, 'ven que te quiero'. Jesús, Jesús, Él que nos ha hecho a su imagen y semejanza, y ver cómo nos hemos hecho... No hay derecho a tanta traición. Es más fácil decir que no se cree, para tener peleles de todo lo que les apetece, que no es tratar de favorecer el bien común. Nadie es perfecto, de acuerdo; nadie puede tirar la primera piedra, de acuerdo, pero entre una cosa y otra no se concibe tanto daño.
El mes de diciembre siempre fue considerado el de la alegría, como el mes de mayo dedicado a María. Con el nuevo cumpleaños del Niño Dios, ya nos debería bastar para recapacitar en que no se está haciendo el bien para ser más felices, todo el mundo tiene derecho a serlo, y sobre todo, los que les sobra deberían repartir, seguro que así serían felices; que prueben los que solamente miran su ombligo, pues todos son redondos. Tanto regalo ese día?, para los que los tienen todo el año no les va hacer daño más austeridad. Ya saben quién paga la generosidad con el ciento por uno, y ahora nace, no lo debemos olvidar, estamos en Navidad. Que sean felices.
