Opinión

“Sangres gélidas”

Viaje relámpago a Madrid a solucionar cuestiones con la avasalladora Sociedad General de Autores. Soy socio honorario desde los años 80, entonces funcionaba y estaba muy abierta a los socios. Después vinieron los tiempos de Teddy Bautista como presidente y su camada de amigos como Ramoncín. Todo cambió y vinieron pésimos tiempos. Y los tribunales los acosan.

Pero te quería hablar de Madrid. Bajo del autobús en la vieja estación, abro la puerta para salir a la calle y lo primero que me encuentro es a un hombre extranjero que muestra los muñones de sus piernas. ¡Ay! , igual que en la prolongada posguerra. El tipo lanza con voz dolorida un lamento teatral y me muestra su vaso de metal. Vaya recibimiento que me hace Madrid, me digo.

Le cuento al taxista lo que me acaba de pasar . Se ríe ."Mire, en esta ciudad amanecen muchos cientos de miles de personas que cada mañana tienen que buscarse la vida . No tienen para el primer café. A veces me pregunto cómo esta ciudad no revienta . Los cajeros son el hotel de mucha gente en las frías noches. Los comedores sociales están llenos de trabajadores a los que no llega el sueldo a fin de mes. Últimamente, a algunas personas que suben al taxi les digo que me enseñen el dinero previamente. Son muchos los que abren la puerta y se largan con paso rápido. Ayer se me quedó dormida una chica en el coche, no despertaba, tuve que llevarla a urgencias. No sabe la cantidad de cosas raras que se olvidan en el taxi: cuchillos, móviles, bolsitas de sustancias sospechosas y hasta alguna dentadura postiza. ¿Me pregunta usted por el tipo de los muñones que acaba de ver? Las mafias de los países balcánicos no se cortan ni un pelo. Ahora traen de allá en autobuses a tipos con deformidades y costras. Los distribuyen en una camioneta en los lugares claves de Madrid. Parece que el negocio marcha, hay que joderse. Es como si todos los desheredados de la tierra viniesen a esta ciudad".

¡Ah, Madrid! El taxi me deja en la propia Gran Vía."Ándese con ojo, paisano". Esta calle es el alma del "Foro". ¿Dónde están aquellas miradas jubilosas de los tiempos de la movida? Más bien observo rebaños lobotomizados y nativos digitales. Como si las calles estuvieran llenas de tipos de sangre gélida. ¡Ay! Me pone melancólico la ciudad, tan lejana a la que conocí y amé. Pero me digo: "No seas idiota, no juzgues, son otros tiempos".

Allá me voy a mi lugar favorito, el barrio de Malasaña. Allí nacieron todas las camadas de los años ochenta. Allí abrevaron los primeros camellos , los tipos que lucieron las primeras Harley Davidson. Allí en el café Manuela, el profesor García Calvo tenía su tertulia cada miércoles . No veo a los altivos chicos de barrio que bajan el fin de semana .

Ahora son los jóvenes dominicanos y sus pandillas quienes controlan el lado oscuro de la ciudad. Los viejos pubs mutaron en atractivos locales de artesanía y ropa.

(Sacudo mi cabeza llena de paranoias. Allá me voy al “Cocodrilo”, el local del viejo líder de los Burning para sacudir la melancolía y la nostalgia. Cuando entro suena una canción: ” Si estás algo deprimido/ yo tengo la solución/ una copa, unos amigos y un poquito de rock and roll” . Te juro, huyeron todos mis demonios. Y pasé una noche feliz.). 

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