Opinión

Ni galletas ni cohortes

La preocupación por la privacidad de los usuarios lleva a Google a buscar una nueva alternativa a las cookies de terceros.

Este viernes 28 de enero se celebró el Día de la Protección de los Datos Personales, una fecha señalada en el calendario desde el 2007 que pretende concienciarnos sobre la importancia de mantener segura nuestra información personal en el mundo digital. No han sido pocos los escándalos relacionados con el uso inapropiado de datos personales de los que hemos oído hablar en los últimos años y, lamentablemente, la tendencia parece ir al alza. La irrupción del coronavirus en el 2020 hizo que desde entonces el tráfico digital se multiplicase gracias a la adopción masiva del teletrabajo y al aumento del consumo de contenidos digitales en los momentos más duros de la pandemia, algo que también llevó a que el número de ciberdelitos lograse pulverizar todos sus récords. Según el estudio anual sobre seguridad en Internet elaborado por Identity Theft Resource Center, en el 2021 se contabilizaron un 68% más de violaciones y fugas de información en la red que el año anterior, convirtiéndose así en el peor año del que se tienen datos.

Por eso en un contexto como este no es precisamente de extrañar que los usuarios mostremos cada vez más nuestra preocupación e interés por conocer mejor qué datos recogen las principales empresas tecnológicas y cuál es el uso que les dan, especialmente si tienen fines publicitarios o lucrativos. Empresas como Apple ya se han puesto manos a la obra para lanzar iniciativas pioneras en materia de privacidad como iCloud Private Relay, una tecnología que impide tener acceso a los datos de navegación del usuario hasta a las operadoras, algo que ya les ha puesto en pie de guerra contra el gigante de la manzana. La Unión Europea se encuentra también en pleno trámite de la Ley de Servicios Digitales, una normativa que promete cambiar la publicidad y la recogida de datos en Internet de forma drástica, limitando el acceso a datos sensibles y dando mayor poder al usuario para controlar su información.

Ante este nuevo escenario, los grandes gigantes de Internet intentan adelantarse a las distintas leyes que se están debatiendo en todo el mundo para asegurar la continuidad y el buen funcionamiento de sus actividades publicitarias buscando alternativas “saludables” a las cookies, que cada día se nos hacen más indigestas. La última vuelta de tuerca ha llegado por parte de Google que, tras anunciar una moratoria en la eliminación de las cookies de terceros de su navegador Chrome hasta el 2023, ha anunciado esta misma semana la tecnología que plantea para el futuro de la publicidad segmentada: Topics.

Este nuevo sistema de publicidad dirigida se basará en el uso de etiquetas generadas directamente por el navegador, sin intervención alguna de servidores o servicios de terceros, incluidos los de Google. En base a las distintas páginas visitadas recientemente, el navegador irá guardando una serie de etiquetas asociadas a los contenidos de interés del usuario que servirán para mostrar campañas publicitarias a medida al visitar una web o aplicación. La empresa del buscador indica que estas etiquetas solamente se guardarán durante tres semanas y que entre las 300 categorías inicialmente previstas no se encontrará ninguna que sirva para identificar datos sensibles como género o raza.

Google probará este sistema en los próximos meses con varios anunciantes y partners para comparar su rendimiento con los actuales y terminar de afinar algunos flecos. El consenso entre plataformas es clave para el éxito de un nuevo modelo de publicidad en Internet como este, especialmente tras el fracaso en la implantación de Floc, el sistema de análisis de cohortes que tenía inicialmente previsto utilizar Chrome y que fue desestimado por otros navegadores como Mozilla o Microsoft Edge. ¿Estaremos ante el modelo ganador?

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