En apenas dos semanas le vamos a decir ¡hola al verano! Una época, la estival, que esperamos con ilusión año tras año. Antaño viajábamos en el 600 toda la familia, pero a medida que los tiempos fueron cambiando, nuestros destinos y la forma de movernos se fueron adaptando a los tiempos. Si antes eran solo los más privilegiados los que se lanzaban a cruzar el charco a destinos exóticos o alejados de las costas españolas, hoy en día los viajes se han vuelto una norma y no en una excepción.
Una de las principales razones del crecimiento exponencial de la industria turística en las últimas décadas ha sido el surgimiento de internet, que generó nuevos canales de comunicación y de venta de productos y servicios turísticos directamente a los consumidores.
Y es que si antes acudíamos a nuestra agencia de viaje local y de confianza a buscar el viaje de nuestros sueños, ahora contamos con múltiples plataformas que nos permiten no solo encontrar el destino deseado sino que nos ofrecen una mayor oferta de lugares y a precios competitivos.
El fenómeno de las compañías aéreas de bajo coste también ha permitido rebajar el precio de nuestros viajes; si antaño contábamos con opciones de vuelos que se contaban con una mano, el modelo de ‘low cost’ o bajo coste ha experimentado desde su implantación un aumento espectacular. Lo atractivo desde el punto de vista empresarial es que generan grandes ganancias en poco tiempo y para los usuarios de transporte aéreo es la vía para obtener tarifas muy bajas en el momento de elegir un destino aéreo.
Las nuevas fórmulas de alojamiento como por ejemplo la archiconocida Airbnb y de transportes (a través de plataformas pier to pier), también han distorsionado el mercado y han generado mayores opciones para los turistas. Si les llegan a proponer a nuestros abuelos alquilar su casa o viajar con un desconocido en el coche no habrían dado crédito.
Como adelantaba, la red ha supuesto una gran vía de búsqueda del viaje soñado, el mundo de Internet y el uso de los smartphones han cambiado la forma de viajar de los turistas, de forma que ha surgido el término ‘Viajero Digital. Cuando un usuario busca a dónde ir, utiliza la red para buscar información del destino, opiniones de viajeros, realiza las reservas de alojamiento, vuelos, excursiones…Su experiencia de usuario no termina ahí.Durante su viaje, utiliza su smartphone para consultar mapas, planes o información de monumentos y cuando retorna, en muchos casos, el viajero acudirá a plataformas de opiniones como TripAdvisor para dejar su valoración de aquellos sitios que visitó o se creará su álbum digital de recuerdos del viaje.
¿Y qué vamos a esperar de un verano que tenemos a la vuelta de la esquina? Optimismo señores. Ya hay cifras que revelan que hemos superado los niveles previos a la pandemia.
Según los datos publicados esta semana por Egatur, el gasto total de los turistas internacionales que visitan España es de 6.901 millones, frente a los 668 millones de abril de 2021. Aunque el gasto total siga siendo inferior al del mismo mes de 2019, cuando se alcanzaron los 7.095 millones de euros, lo cierto es que el gasto medio por visitante ha aumentado. Según se desprende del informe, el gasto medio diario se sitúa en 155 euros, mientras que el gasto medio por turista es de 1.131 euros con una estancia media de 7,3 días.
Tras más de dos años de restricciones, el sector turístico puede afirmar que la recuperación está a la vuelta de la esquina. Parece que ya estamos rozando “la ansiada normalidad” en lo que al sector se refiere.
