Muy recientemente apareció en este periódico una noticia en la que sustancialmente se decía que según informe sobre salud laboral realizado por expertos de varias universidades españolas y norteamericanas así como por el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (CC.OO.), el desempleo afecta a la salud del parado y en todo su entorno provocando graves efectos, entre ellos atención psiquiátrica e incluso suicidios. Como consecuencia de ello, los que leemos y escuchamos asiduamente los medios de comunicación, no podemos sustraernos a caer en la tentación de entrar a comentar esa palabra que es como un cáncer maligno que no se tiene, llamada crisis. Y raro es el día que en la prensa -sobre todo en la capital de España- no abunden los articulistas escribiendo sobre temas tan palpitantes en torno al cual gira más que nunca la economía española.
Visto desde esta óptica, con la proliferación de tantos colaboradores priorizando la crisis, esa crisis de una España en deterioro, parece como caer en una vulgaridad que carece de novedad creativa. Una vulgaridad, empleando el símil futbolístico, como decir, por ejemplo, que Leo Messi y Cristiano Ronaldo son los dos mejores jugadores del mundo. Pero tratanto de explicar la razón de estas líneas, resulta que en un periódico nacional del pasado día 16 acabo de leer los siguientes datos espeluznantes: Cáritas alerta de que la pobreza extrema subió en el último año en Galicia alcanzando actualmente las 650.000 personas que viven en situación de exclusión social.
Y aunque pudiera ser que el título de este artículo (por lo de coñazo) le parezca a alguien grosero o malsonante, pues está equivocado. El que tenga duda, que consulte el diccionario de la Real Academia Española que define así este vocablo: 'Coñazo: Persona o cosa latosa, insoportable'. Y en el territorio español existen personas, no sólo Bárcenas, que son auténticos coñazos. La crisis por si sola es fastidiosa, causa desazón, inquietud. Un gran coñazo. Tenemos coñazos por todas partes. Tantos que enumerarlos convertirían estas líneas en otro coñazo. En España, según los economistas, hay mucho dinero pero mal repartido. Pero dentro de la crisis, eso de los 650.000 gallegos que viven en situación de exclusión social, uno ya no sabe si llamarlo putada o hecatombe. ¿Llegará algún día en que desaparezcan los 'coñazos'? Ogallá. Boa falta fai.
