Aveces los periódicos nos ofrecen noticias que son idóneas para provocar la risa del lector o para invitarle después de la lectura a que uno se haya vuelto chaveta. Huelga decir que el periódico en este caso es ajeno a toda culpa limitándose a darnos cuenta de hechos que no son de su autoría. Y el asunto es el siguiente:
El periódico destaca en el titular: 'La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de A Coruña destinará 180.000 euros para los emprendedores. La ayuda llegará a unas 150 empresas y se primará a los desempleados'. Según la concejala de Empleo, esto es para dar cierto grado de cobertura a las personas que se han decidido a iniciar el cambio del emprendimiento. Y no olvidemos que el 'emprendedor' es aquel que emprende con resolución acciones dificultosas y azarosas.
Pero la letra pequeña de la noticia añade que con esta iniciativa se pretende llegar a unas 150 pequeñas y medianas empresas que podrían optar a unas cuantías 'máximas de 3.000 euros' y entre las principales novedades de esta iniciativa está que se dará prioridad a los emprendedores que vengan de las listas del paro para transmitirles que tienen una oportunidad de futuro. Y ahora hacemos cuentas y resultan las migajas siguientes: 180.000 euros, repartidos entre 150 empresas, tocan a 1.200 euros para cada empresa, si bien aclara la información que podrán optar a un 'máximo' de 3.000 euros (equivalentes a 499.140 pesetas).
Resulta tal vez laudable que la prioridad se aplique a los desempleados, pero presumiblemente el parado no se distinga por el caudal de ahorro. Y vista la cosa así, ¿qué se puede emprender con 3.000 euros? Puede que en lugar de querer abarcar la ayuda a tantas empresas ¡150! con tan escaso dinero -probablemente la señora concejala tenga una asignación mensual muy superior a los 3.000 euros- valdría la pena poner la mente a discurrir por un sistema selectivo compulsando la idea, la iniciativa entre, por ejemplo, 3 seleccionados. A cada uno le corresponderían 60.000 euros (9.982.800 pesetas). No es una cantidad elevada para emprender una empresa. Algo es algo. Pero vale más poco y bueno, tres, que mucho y malo, 150. ¿Emprender un negocio con 3.000 euros? Eso llega para vender pipas en la esquina de la calle. Pero el problema se agrava cuando un joven con pujanza abriga un plan, una idea que de fructificar podría ser un excelente negocio. Acude al banco en solicitud de crédito. Puede que la idea fuera buenísima, pero si no tiene con que responder... Así están las cosas. Al inicio de su mandato Mariano Rajoy dijo que había que mimar a los emprendedores, ¿de qué forma?
