Opinión

La encuesta de siempre

Su última entrega despide tales vapores de manipulación que da vergüenza consultarla

La conocida máxima con aroma de sentencia medieval, “sostenella y no enmendalla”, abrazada con carácter entusiasta por los partidos políticos que nunca cesan a nadie cuando lo pide no solo una buena parte de la opinión pública sino incluso el sentido común, adquiere su condición más específica al relacionarse con el comportamiento de José Félix Tezanos, el catedrático emérito cántabro que rinde pleitesía a los intereses del Gobierno –que no del Estado- desde su atalaya de máximo responsable del CIS. Su última entrega despide tales vapores de manipulación y entrega que francamente da un poco de vergüenza consultarla, una cuestión que al presidente de la institución le trae sin cuidado por supuesto.

El CIS publica en su última encuesta que el PSOE mantiene su ventaja de casi siete puntos sobre el PP en intención de votos (27,6 de los socialistas frente al 20,9 de los populares) y otorga un notable crecimiento a Unidas Podemos que, al amparo de la vicepresidenta Yolanda Díaz, obtiene el mejor resultado de su historia reciente (el CIS le otorga 13,6, un punto y pico mejor del registro obtenido cuando en las elecciones del 10 de noviembre Pablo Iglesias se colocó en posición de gobierno). En la entrega de noviembre caen más de un punto los dos grandes partidos y crece notablemente Vox. La partitura parece escrita para reactivar la fidelidad socialista y advertir que si los leales no acuden a las urnas puede haber cambio de tendencia.

Es evidente que el CIS defiende la postura contraria a la que reflejan el resto de las encuestas en cuyas notas se refleja precisamente todo lo contrario. El último y memorable batacazo protagonizado por Tezanos y sus cocineros de encuestas data de los comicios regionales de Madrid, una cita en la que las enauguas del Centro Sociológico se le vieron. El CIS pronosticó un ajustado triunfo socialista y la posibilidad de obtener pactos y formar gobierno. La verdad fue otra. La candidata del PP ganó por goleada absoluta.

Tezanos no fue un buen enseñante ni un catedrático que inspirara dignidad y respeto. Tampoco es un responsable del CIS que transmita verdad y decoro. Lo suyo hubiera sido una destitución fulminante tras su último cataclismo. Y además, no es un tipo inteligente. De serlo, se comportaría de otro modo. Hoy, al CIS es sinónimo de apaño y vergüenza. Y él sigue en este empeño.

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