Opinión

Además de actriz

Estos días, en un canal de televisión están poniendo la película “Sansón y Dalila” en la que luce esplendida la increíble belleza de la actriz Hedy Lamarr, junto al musculoso ídolo de su tiempo, Victor Mature, y el interesante y personalísimo George Sanders. Sugiero a los amantes del cine que no se pierdan esta adaptación libre del pasaje bíblico que tiene como personajes principales a quienes dan titulo al filme. Merece la pena contemplar esta cinta dirigida en 1949 por Cecil B. De Mille, y que mereció dos Oscar de cinco nominaciones, sin olvidar las que obtuvo en los Globos de Oro. Narrativa preciosa arropada por un plantel de secundarios de primer orden y en la que destacan un color y vestuario dignos de recordar. 

Pero ¿quién era Hedy Lamarr, además de deslumbrante estrella cinematográfica? ¿Por qué el 9 de noviembre, fecha de su cumpleaños, se celebra en su honor el Día del Inventor? Pues porque Hedy Lamarr, en realidad llamada Ehdwig Eva María Kiesler, de origen judío, nacida en Austria pero nacionalizada estadounidense, fue una gran inventora, un cerebro excepcional. Enemiga acérrima del nazismo, dedicó su inteligencia no sólo a colaborar con los aliados pasándoles información, sino que entró de lleno a trabajar para lograr nuevas tecnologías militares. Y la mujer que compartió pantalla con los actores más prestigiosos de Hollywood, bajo las ordenes de los directores más paradigmáticos de la fábrica de sueños, ideó junto al compositor George Antheil, un sistema de comunicaciones llamada “secreto”, que permitió la creación de unos torpedos teledirigidos por radio, cuyas señales no podían ser detectados por el enemigo. 

No entraremos en el capítulo del desarrollo de las técnicas empleadas, apto solo para los expertos, pero que representó una de las bases principales para el triunfo de los aliados en la Segunda Guerra Mundial.  Este trabajo fue indispensable para las nuevas tecnologías inalámbricas que disfruta el mundo. El insustituible método de nuestra estrella sigue vigente en las redes modernas, imprescindibles hoy para la vida. Así, apreciado lector, cuando coja su móvil, utilice el wifi, o se guíe en su coche por esa voz venida del satélite que le asesora en su ruta, no se olvide de que detrás de todo ello hay un nombre que lo hizo posible: Hedy Lamarr. Calificada como “la mujer más guapa del mundo”.

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