Cómo cree que le ve su pareja? Digo su pareja porque, el llamado Efecto Miguel Ángel, se realizó por los psicólogos Murray, Holmes y Griffin (1996) teniendo como base a numerosas parejas, que del tándem iba. El trabajo demuestra que, por ejemplo, si usted no es amable, pero cree que su pareja le percibe como tal, usted cambiará su actitud y acabará siéndolo. La influencia de la opinión que sobre usted reciba de la otra persona, sobre su carácter, forma de actuar, belleza e idiosincrasia, hará el milagro y poco a poco usted será como cree que le ven. Esto, si es recíproco y siempre de forma positiva, ayudará a una mayor felicidad conyugal. Aunque hay que decir que llevar a cabo el experimento no costará mucho sacrificio si realmente existe amor en ambos. De no ser así, merecerá la pena intentar cambiar el rumbo de la convivencia simplemente intercambiando opiniones favorables sobre el compañero o compañera. No es difícil el hacerse feliz mutuamente, ya que la persona al sentir que su más próximo destaca sus cualidades hará por reforzarlas, lo que beneficiará a los dos.
El efecto Miguel Ángel fue definido así por los científicos Drigotas, Rusbult, Wieselquist y Whitton, quienes afirman que el autoconcepto modifica el comportamiento de la pareja. En definitiva, el experimento radica en que uno se convierte en el escultor Miguel Ángel y el otro en el bloque de piedra que ha de trabajar el artista. Al margen del sistema para las parejas, dicho método podría practicarse en lo más cotidiano. Porque si no, díganme ustedes si hay cosa más hermosa para la persona que salir de casa con una sonrisa para los demás, y decir cosas bonitas a sus amigos y conocidos, sobre todo si lo que se dice es verdad.
Si una persona es guapa, elegante, simpática, inteligente, ¿por qué no decírselo con naturalidad, sea hombre o mujer? El hecho de reconocerlo, hará feliz a quién lo manifiesta porque se sentirá bien, al igual que quien reciba la gentileza. Todas las personas tienen una gracia, un don propio, y destacarlo es hacer que el receptor vea la vida más luminosa y alegre, aunque sólo sea un momento, y porque sin duda, anímicamente, verá el día mejor. Ante un mundo que tan sombrío se muestra, ¿por qué no ser sinceros y agradecidos, si eso no cuesta nada? En cualquiera de los casos el Efecto Miguel Ángel puede hacer maravillas.
