Dinamarca ha expulsado a su país a un estudiante camerunés de ingeniería, de los mejores de su curso, porque había realizado 90 minutos de más en el trabajo temporal de limpiador con el que se pagaba sus estudios.
En un momento en que los números uno de sus promociones se van de España por “movilidad exterior”, ya saben, es preciso que una comisión se dirija inmediatamente a Camerún y se traiga a Marius Youbi, y le conceda una beca para que acabe sus estudios en España, antes de que la universidad de Aarhus donde los cursaba logre que se lo devuelvan, como pretende. ¿Acaso la única política inmigratoria legal que se conoce no es la de admitir a extranjeros con alta cualificación? Pues venga.
