Opinión

La campaña

Nada es lo que parece. Bajo las venas siempre late otro corazón. La máscara gana espacio, pero su reino está en la campaña electoral. Los políticos venden hasta la propia piel. Compran la voluntad del voto con cinco céntimos descafeinados. Y lo hacen con poses calculadas al milímetro, gestos convincentes ensayados ante el espejo, tonos de voz que juegan a los altibajos, silencios cronometrados para el aplauso y con la promesa siempre por delante, aunque sea inalcanzable. Es así.


Nada nuevo, sin sorpresas, con las mismas fórmulas de mítines y batallas de vencidos, vencedores y salvadores, anteponiendo las palabras huecas. En Verín, la contienda electoral se inicia bailando al son del descabalado urbanismo y el vino de la ’piñata’, que parece que alegró a los ’entroideiros’ sin el sello de ’made in’ la tierra y acabó liándola... Vamos, que la Denominación de Origen Monterrei existe. Yo, en plenas elecciones, me descuelgo con la frase de Duró: ’Nos hemos cargado las emociones’, vamos la ’sal’ de todo todito todo... La campaña, los candidatos y la parafernalia electoral deberían ser capaces de emocionar...

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