Opinión

Pamplinas parlamentarias

Los populares gallegos andan preocupados por la libertad de expresión en Venezuela y por el cumplimiento de la constitución bolivariana. Pero la tropa puede estar tranquila, que, con el apoyo de los diputados socialistas, han conseguido que la Cámara gallega apruebe solicitar a la Xunta que le propine un tirón de orejas al Gobierno de Maduro "porque está persiguiendo a la oposición". Durante décadas, Venezuela no importó un carajo, como dirían por allá, a no ser por su petróleo, pero ahora se habla más en sede parlamentaria de lo de allí que de lo que sucede aquí. El presidente 'chandalero' debe de estar tan acojonado con la reprimenda salida de O Hórreo como por las lecciones de ética que pretende infundir en su país un tipo de actos cuestionables y un moreno envidiable como el expresidente Felipe González.

A los diputados del PPdeG, en cambio, no parece inquietarles la ley mordaza del Gobierno central ni tampoco la propuesta del ministro de Justicia, Rafael Catalá, para multar a los medios de comunicación que publiquen filtraciones de investigaciones judiciales. El problema no son los medios ni los filtradores, sino los piratas vestidos con traje a medida, a los que, curiosamente, se les concede una amnistía fiscal o se les rebaja la multa con la firma de una mano agradecida por la amistad pasada o por el favor debido.

La defensa de los derechos va por días o al peso. De criterio andamos tan escasos como las baldas de un supermercado de Caracas, según dicen. La Cámara gallega tanto aprueba oficialmente la autodeterminación del Sáhara Occidental como hace unas semanas evitó pronunciarse a favor del pueblo palestino por la negativa de los diputados populares. Y claro, entre tanto chalaneo no podía faltar el teatrillo de Xosé Manuel Beiras, al que le sobra razón y le falta templanza para que su papel de político sesudo sea convincente. Tras los aspavientos y el paseíllo para descalificar a la bancada popular, se marchó del Hemiciclo sin necesidad de que lo echasen. "Marche e non volva para facerlle un favor á democracia", proclamó el popular Miguel Tellado. Quizá no escuchó que la presidenta del Parlamento, su colega Pilar Rojo, lamentó la "vergüenza por el espectáculo". Son los que nos representan. 

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