Opinión

Otra película de tijeras

Nos hemos acostumbrado a convivir con la tijera y el humo. Son las principales armas de los políticos en tiempos de crisis: tijeras para podar hasta lo que no deben.Y humo para vender lo que no tienen porque se lo han gastado todo en tijeras.

Lo cierto, más allá de frivolidades políticas, es que este país no está para muchas fiestas y es una exigencia revisar el destino de cada céntimo de euro, establecer las prioridades y abandonar cualquier indicio de derroche. Pero, ¡ojo!, es un ejercicio de máxima responsabilidad y de graves consecuencias si erramos en el lugar de la poda. Sería un grave error, por ejemplo, abandonar el Festival de cine de Ourense, sólo por la tensión política entre dos administraciones. Si algún día, decidimos cargárnoslo, que sea por favor porque hemos llegado a la conclusión de que no nos aporta nada o casi nada. Si es así, sabremos entenderlo. Si no es así, dejemos de arriesgar lo poco que tenemos.n

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