- Hacer las comidas en pequeñas tomas.
- Modificar las texturas de los alimentos más sólidos. Añadir aceites o zumos a las preparaciones para facilitar su masticación.
- Evitar los alimentos con riesgo de aspiración o atragantamiento (semillas, pieles, espinas, etc.)
- Alternar bocados de alimentos sólidos con sorbos de líquido.
- Mantener un buen aporte de proteínas.
- Evitar el alcohol, cafeína y bebidas carbonatadas.
- Adoptar una postura al comer, sentado lo más derecho posible.
- Usar cubiertos curvados y ligeros.
- Es útil emplear tazas, platos y vasos especiales (con tapa y ventosa) para reducir el derrame de líquidos.
- Usa bandeja térmica para mantener la temperatura de los alimentos