Los patateros limianos están muy preocupados por el precio del tubérculo, que ha caído en los últimos días hasta los siete céntimos, la mitad de la tasación habitual, provocando pérdidas a cientos de labradores de la comarca antelana. La crisis económica y la abundante cosecha de este año pueden estar detrás de este desplome en las tasaciones. La recolección del producto avanza estos días con unas previsiones de más de 100 millones de kilos en la comarca. La calidad del tubérculo es óptima.
El precio de la patata de A Limia en el mercado libre, es decir, el no fijado previamente por contrato entre almacenistas y productores, ronda en el inicio de la campaña los 7 u 8 euros, una de las tasaciones mas bajas de los últimos años en el inicio de la recolección.
Los patateros están preocupados ante esta situación ya que lo normal es que esta tasación no suba mucho de cara a los próximos meses. Un agricultor limiano afirmó esto é o de case sempre, trabajamos para nada, perdemos cartos, xa que con menos de 11 o 12 céntimos por kilo no ganamos nada.
La gran producción en otras zonas es apuntada como uno de los problemas que condicionan estas bajas tasaciones, además de la crisis económica.
El presidente de la asociación de patateros de A Limia, Manuel Cid, consideró que é unha situación moi difícil. A colleita está sendo boa, pero estos prezos son ruinosos; se non cambia radicalmente a cousa, vai ser un ano moi malo e a xente vai perder cartos. Non hai unha explicación fácil para ese desplome dos prezos, pero a situación está así.
El precio del contrato previo ronda los 13 céntimos, dependiendo de las variedades de patata, pero ese precio tampoco es real, ya que muchos almacenistas rechazan una parte de las partidas que les ofertan los productores si, por ejemplo, son demasiado pequeñas o grandes. Cerca de la mitad de la cosecha ya está contratada.
Estado óptimo
Las primeras estimaciones sobre la cosecha, ya en plena actividad, son que se superarán los 100 millones de kilos, debido al buen rendimiento de las fincas por las adecuada condiciones climatológicas. El estado de salubridad de los tubérculos es óptimo. La colleita no concluirá hasta dentro de un mes.
La preocupación de los labradores antelanos es notable, ya que los bajos precios de la patata se suman a las escasas tasaciones del cereal, que fue vendido en las pasadas semanas a 13 céntimos el kilo, un tercio menos de lo que se paga por él en un año normal (en torno a los 18 céntimos).
Muchos de estos labradores critican que los precios no paren de caer, pese a las constantes alzas en el coste del gasóleo, los abonos y otros productos fitosanitarios necesarios para la actividad agraria.
Los patateros están preocupados ante esta situación ya que lo normal es que esta tasación no suba mucho de cara a los próximos meses. Un agricultor limiano afirmó esto é o de case sempre, trabajamos para nada, perdemos cartos, xa que con menos de 11 o 12 céntimos por kilo no ganamos nada.
La gran producción en otras zonas es apuntada como uno de los problemas que condicionan estas bajas tasaciones, además de la crisis económica.
El presidente de la asociación de patateros de A Limia, Manuel Cid, consideró que é unha situación moi difícil. A colleita está sendo boa, pero estos prezos son ruinosos; se non cambia radicalmente a cousa, vai ser un ano moi malo e a xente vai perder cartos. Non hai unha explicación fácil para ese desplome dos prezos, pero a situación está así.
El precio del contrato previo ronda los 13 céntimos, dependiendo de las variedades de patata, pero ese precio tampoco es real, ya que muchos almacenistas rechazan una parte de las partidas que les ofertan los productores si, por ejemplo, son demasiado pequeñas o grandes. Cerca de la mitad de la cosecha ya está contratada.
Estado óptimo
Las primeras estimaciones sobre la cosecha, ya en plena actividad, son que se superarán los 100 millones de kilos, debido al buen rendimiento de las fincas por las adecuada condiciones climatológicas. El estado de salubridad de los tubérculos es óptimo. La colleita no concluirá hasta dentro de un mes.
La preocupación de los labradores antelanos es notable, ya que los bajos precios de la patata se suman a las escasas tasaciones del cereal, que fue vendido en las pasadas semanas a 13 céntimos el kilo, un tercio menos de lo que se paga por él en un año normal (en torno a los 18 céntimos).
Muchos de estos labradores critican que los precios no paren de caer, pese a las constantes alzas en el coste del gasóleo, los abonos y otros productos fitosanitarios necesarios para la actividad agraria.
