El grupo socialista denuncia que dos casos de pacientes que ya estaba en quirófano le han suspendido la operación, uno la semana pasada y otro esta semana
El PSdeG-PSOE ha anunciado este viernes que llevará al Parlamento la "gravísima situación" de la sanidad en la provincia de Ourense, tras denunciar que en la última semana ha habido, al menos, dos casos de pacientes a los que les han suspendido la operación estando ya en quirófano.
En concreto, el grupo socialista ha asegurado que sendas operaciones se suspendieron "en una ocasión por falta de anestesista y, en otra, por falta de material quirúrgico".
La portavoz de Sanidad del PSdeG en el Parlamento, Carmen Acuña, ha atribuido a la gestión "caótica y vergonzosa" de la gerente y máxima responsable de la acción sanitaria en la provincia, Eloína Núñez.
La diputada provincial y a su vez portavoz socialista en el Ayuntamiento de Xinzo de Limia, Elvira Lama, denunció ayer por la noche que un paciente tuvo que ser ingresado "por segunda vez" en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), y no pudo ser operado por "falta de material quirúrgico".
"Los recortes llegan a tal extremo que a un paciente ingresado por segunda vez le dieron el alta hospitalario por falta de material quirúrgico", denunció Lama. La socialista apuntó que estando en la mesa de operación con la anestesia local puesta, "suspendieron la intervención, y no pudo salir del complejo Hospitalario de Ourense hasta hoy -por ayer- de la tarde".
Además, desveló otro caso ocurrido en el hospital Comarcal de Verín, donde según la socialista suspendieron la operación a otra mujer, después de seis meses de espera y "tras estar una hora en quirófano por falta de anestesista".
Ante estas situaciones, que han calificado de "insoportables", los socialistas han avanzado que pedirán responsabilidades en el Parlamento por la "nefasta gestión" de Eloína Núñez, que "según trasladan los profesionales parece intocable".
En este sentido, Acuña ha remarcado que "incluso el personal de los hospitales anima a los pacientes a hacer reclamaciones ante lo que consideran una calidad asistencial pésima", un hecho que cree que podría "tener consecuencias graves"
