Xinzo conmemoró los 200 años de la batalla contra el ejército francés en un acto que contó con militares de la Brilat y una bandera gallega, de la Banda de Gaitas, que creó confusión entre los asistentes por la ausencia del estandarte español.
Fue el 23 de febrero de 1809. Un día en el que los franceses tomaron Xinzo a sangre y fuego. Las fuentes históricas aseguran que en la contienda batallaron unos 250 soldados del ejército español, apoyados por cientos de vecinos de Xinzo, de otros municipios de A Limia e incluso de Allariz. Enfrente estuvieron cerca de 3.000 miembros del ejército francés, con más de 1.300 soldados a caballo.
La batalla acabó con uno de los días más trágicos de la historia de A Limia, y con la capitalidad limiana bajo el yugo implacable de las huestes de Napoleón. Ayer, más de dos siglos después de aquella jornada negra en la historia antelana, algo más de un centenar de vecinos de Xinzo recordaron su historia y honraron a sus antepasados caídos.
La inaguración de un monumento en la calle Dos de Mayo, una de las principales arterias de la villa, a escasos metros del cauce del río Limia fue el eje central de un acto en el que no ondeó la bandera española, sólo la gallega. Ese hecho motivó que algunas personas abandonaran el lugar con evidentes muestras de desagrado.
En realidad, lo que ocurrió, según explicó la asociación organizadora, Civitas Limicorum, es que no estaba prevista bandera alguna y la gallega presente no era sino propiedad de la Banda de gaitas que intervino y que la lleva siempre a sus actuaciones.
El acto incluyó una ofrenda floral, la bendición del sacerdote de Xinzo, Tomás Delgado Gándara, y una salva de honor a cargo de un batallón de la Brilat, desplazado hasta A Limia para la ocasión.
La presidente de la asociación cultural Civitas Limicorum organizadora del acto, Silvia Dopazo, destacó en su intervención la entrega por la libertad de los que lucharon contra los franceses aquel fatídico día de febrero de 1809. En el acto también tomaron la palabra el delegado provincial de la Consellería de Cultura en funciones, Antonio Blanco, el subdelegado del Gobierno en Ourense, Camilo Ocampo, el presidente de honor y alma mater de la agrupación convocante, Carlos Gómez Salgado y el alcalde de Xinzo, Isaac Vila Rodríguez.
También estaban presentes mandos de la Guardia Civil, la práctica totalidad de la Corporación municipal de Xinzo, alcaldes de la comarca de A Limia y cargos institucionales como el senador del BNG, el limiano Xosé Manuel Pérez Bouza.
El acto realizado ayer, previsto inicialmente para el pasado 23 de febrero, fue demorado por los organizadores tras la oposición de miembros de asociaciones culturales y sociales de Xinzo, debido a la coincidencia de la efeméride con las fiestas del carnaval.
La batalla acabó con uno de los días más trágicos de la historia de A Limia, y con la capitalidad limiana bajo el yugo implacable de las huestes de Napoleón. Ayer, más de dos siglos después de aquella jornada negra en la historia antelana, algo más de un centenar de vecinos de Xinzo recordaron su historia y honraron a sus antepasados caídos.
La inaguración de un monumento en la calle Dos de Mayo, una de las principales arterias de la villa, a escasos metros del cauce del río Limia fue el eje central de un acto en el que no ondeó la bandera española, sólo la gallega. Ese hecho motivó que algunas personas abandonaran el lugar con evidentes muestras de desagrado.
En realidad, lo que ocurrió, según explicó la asociación organizadora, Civitas Limicorum, es que no estaba prevista bandera alguna y la gallega presente no era sino propiedad de la Banda de gaitas que intervino y que la lleva siempre a sus actuaciones.
El acto incluyó una ofrenda floral, la bendición del sacerdote de Xinzo, Tomás Delgado Gándara, y una salva de honor a cargo de un batallón de la Brilat, desplazado hasta A Limia para la ocasión.
La presidente de la asociación cultural Civitas Limicorum organizadora del acto, Silvia Dopazo, destacó en su intervención la entrega por la libertad de los que lucharon contra los franceses aquel fatídico día de febrero de 1809. En el acto también tomaron la palabra el delegado provincial de la Consellería de Cultura en funciones, Antonio Blanco, el subdelegado del Gobierno en Ourense, Camilo Ocampo, el presidente de honor y alma mater de la agrupación convocante, Carlos Gómez Salgado y el alcalde de Xinzo, Isaac Vila Rodríguez.
También estaban presentes mandos de la Guardia Civil, la práctica totalidad de la Corporación municipal de Xinzo, alcaldes de la comarca de A Limia y cargos institucionales como el senador del BNG, el limiano Xosé Manuel Pérez Bouza.
El acto realizado ayer, previsto inicialmente para el pasado 23 de febrero, fue demorado por los organizadores tras la oposición de miembros de asociaciones culturales y sociales de Xinzo, debido a la coincidencia de la efeméride con las fiestas del carnaval.
