Vecinos de Muíños y algún que otro turista que ayer aprovechó la jornada festiva para visitar A Baixa Limia asistieron a la primera edición de la 'Festa do chourizo de cabazo' organizada en el albergue de O Corgo (Muíños) por los hosteleros del complejo turístico-deportivo y la Asociación de Vecinos de Mugueimes.
La cita gastronómica, basada en los productos típicos de la matanza, 'pretende facer un homenaxe a xente maior que antaño utilizaba o cabazo como ingrediente principal e que agora a xente moza esta perdendo', relataba Julio Castro, el cocinero que ayer preparó más de 70 kilos de chorizo de cabazo y otros tantos de carne, acompañados de chicharrones y cachelos.
La jornada festiva en el complejo ubicado a las orillas del embalse de As Conchas comenzó a mediodía con la actuación musical de un grupo de gaiteiros de Ourense para, con posterioridad, compartir mesa y mantel con un menú a precio de crisis (tres euros por ración). Un festín gastronómico que se prolongó durante la tarde y que permitió la degustación de un postre típico, 'a raposa'. 'Trátase dunha variante da receita tradicional das filloas de sangre que, nalgunhas zonas do concello, se elaboraban en forma de bolas ou con fideos', explicaban los lugareños.
CULTURA DEL PINCHO
La iniciativa forma parte de un movimiento gastronómico que en los últimos meses se está desarrollando en los distintos establecimientos hosteleros de la capitalidad municipal y que incluye una tapa o pincho con cualquier consumición. 'La cultura del pincho es una opción que agradecen los clientes habituales y que llama a los foráneos', apuntaba el teniente de alcalde de Muíños, Alejandro Castro, quien confía que este tipo de iniciativas contribuyan a potenciar la oferta turística municipal, durante el invierno.
La jornada festiva en el complejo ubicado a las orillas del embalse de As Conchas comenzó a mediodía con la actuación musical de un grupo de gaiteiros de Ourense para, con posterioridad, compartir mesa y mantel con un menú a precio de crisis (tres euros por ración). Un festín gastronómico que se prolongó durante la tarde y que permitió la degustación de un postre típico, 'a raposa'. 'Trátase dunha variante da receita tradicional das filloas de sangre que, nalgunhas zonas do concello, se elaboraban en forma de bolas ou con fideos', explicaban los lugareños.
CULTURA DEL PINCHO
La iniciativa forma parte de un movimiento gastronómico que en los últimos meses se está desarrollando en los distintos establecimientos hosteleros de la capitalidad municipal y que incluye una tapa o pincho con cualquier consumición. 'La cultura del pincho es una opción que agradecen los clientes habituales y que llama a los foráneos', apuntaba el teniente de alcalde de Muíños, Alejandro Castro, quien confía que este tipo de iniciativas contribuyan a potenciar la oferta turística municipal, durante el invierno.
