Emergencias de Galicia y Portugal intercambian técnicas en un accidente simulado en el río Limia

Ejercicios de rescate en agua dulce

El equipo de emergencias saca del agua a uno de los heridos en el siniestro simulado en Lobios. (Foto: Marcos Atrio)
Las aguas del río Limia, a su paso por el puente de Herdadiña (Lobios), fueron testigo de un ejercicio de rescate acuático, en el que participaron más de 70 voluntarios y profesionales de emergencias de Galicia y la norte de Portugal.
Un vecino de Lobios lanzaba a las 11.38 horas la voz de alarma desde la orilla del río Limia a su paso por Herdadiña (Lobios). Un turismo se había salido de la calzada y estaba en medio de una corriente de agua dejando, a los cuatro ocupantes del vehículo, en situaciones muy diversas. ‘Uno ha salido despedido en la propia orilla, dos están atrapados en el coche y, el cuarto, ha caído río abajo y se ha recuperado su cuerpo ya cadáver’, resumía después de 90 minutos de rescate el responsable de la agrupación municipal de Protección Civil de Lobios, José Benito Salgado.

Un total de 70 personas de diferentes grupos de emergencias del sur de Galicia y el Norte de Portugal, participaron en la mañana en el simulacro de rescate en aguas rápidas. La actividad, organizada dentro del proyecto ‘Formación para a xestión das emerxencias no norte de Portugal e Galicia’ (Fosepoga), pretendía la puesta en práctica y mejora de los conocimientos adquiridos en la fase de formación, desarrolladas en Ribadavia y Lobios; así como la rea lización de ejercicios coordinados entre los diferentes grupos de emergencias. ‘Esto no es la vida real, sino un simulacro donde prima no tanto el tiempo de respuesta y actuación, sino la puesta en práctica diferentes técnicas de rescate acuático. Incluso hemos simulado un posible contratiempo con el rescate de dos miembros del equipo que eran arrastrados por la corriente’, señalaba Roberto Domínguez, uno de los coordinadores del rescate acuático, quien subrayaba que ‘un despiste en corrientes como ésta puede costar la vida en un accidente real’.

Coordinación galaico-portuguesa

Una de las primeras acciones para garantizar el éxito del operativo, señalaba José Benito Salgado, ‘es la creación de un Puesto de Mando Avanzado, integrado por los jefes de los equipos de rescate, sanitarios y de seguridad’. Ellos fueron los encargados de dar las diferentes órdenes, mejorando la capacidad técnica de actuación y reduciendo los riesgos para los medios de intervención, los ciudadanos implicados y del propio medio ambiente. En total, 76 personas participaron en un operativo en plena naturaleza, procedentes de los grupos de bomberos de Baixo Miño, Condado e Louriña, Deza, Montes e Tabeiros, Verín Xinzo y Ponte da Barca; la unidad de buzo de Viana do Castelo, Protección Civil de Lobios, Ribadavia, Tomiño, O Carballiño, Entrimo y la Mancomunidad Terra de Celanova; el servicio de urgencias sanitarias y de la Guardia Civil de Lobios, así como el servicio de emergencias e interior de Ourense, Pontevedra y la Consellería de Presidencia (Dirección xeral de Emerxencias).



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