Lobios recuperaba ayer su feria gastronómica y de artesanías que celebra de forma mensual. En el mercado se registró una buena afluencia de gente, probablemente motivada por el buen tiempo, la recuperación de la normalidad en los puestos y la inactividad en los últimos meses.
Las tradiciones recuperaron su espacio en una de las ferias más importantes de toda la zona de la Baixa Limia, pudiendo encontrar productos gatronómicos de todo tipo y diferentes piezas de artesanía típicas de las comarcas de Lobios. Así, la villa volvió a llenarse de puestos de alimentación y de otro tipo de productos como ropa, zapatos, artesanías, todo tipo de plantas y música.
La carretera principal de Lobios, emplazamiento habitual de la feria, recuperaba así la normalidad, aunque siempre respetando las medidas sanitarias: distanciamiento social y evitar aglomeraciones de gente, además del uso de mascarillas. Para evitar dichas aglomeraciones, no se programó ninguna actividad al aire libre.
Por su parte, los restaurantes de la zona, que tuvieron más clientela de lo habitual, cumplieron estrictamente los protocolos de seguridad y los aforos. Aunque algunos asistentes afirmaban que aún les daba "un poco de respeto" comer en un restaurante, la estampa que se veía no se correspondía con esa afirmación.
Esta feria mensual es un gran revulsivo económico para los negocios de Lobios, así como una de las ferias más reconocidas de toda la comarca.
