El director de las excavaciones del yacimiento romano Aquis Querquennis de Porto Quintela (Bande), Santiago Ferrer, clausuró las charlas para acercar el patrimonio local.
Los vecinos de A Baixa Limia han participado este mes de junio en unas jornadas sobre el patrimonio de la comarca celebrado en los concellos de Verea, Lobios, Lobeira y Bande a cargo de los arqueólogos Eduardo Nieto, José María Eguileta, Manuel Xusto y Santiago Ferrer. Este último era el encargado de clausurar el ciclo el sábado en Bande.
¿Cuál ha sido el objetivo de esta cuarta y última charla? Después de tres sesiones donde mis compañeros han hablado sobre la realidad arqueológica local, la Vía Nova y su potencial cultural y el megalitismo en las tierras del Leboreiro, la conferencia de Bande giró entorno a la romanización de los Querquerni, los habitantes de la antigua Baixa Limia, a la vez que comentamos algunos de los monumentos más importantes que hay relacionados con la Vía Nova y sus dos mansiones: Aquis Originis y Aquae Querquenae. ¿Los vecinos conocen la singularidad de esta comarca? Teóricamente no debería de ser desconocido, porque llevamos desde 1975 trabajando en las excavaciones arqueológicas. Pero siempre hay algún que otro despistado. En mi opinión, la gente se queda con los restos, el aspecto exterior, pero hay otra parte relacionada con las costumbres, que se han olvidado.
Como director de las excavaciones en el Aquis Querquennis, ¿qué nos puede contar sobre la nueva temporada? A mediados de agosto, cuando el embalse disminuya su capacidad, comenzaremos unos trabajos que se centrarán en el cuarterón noroccidental del campamento, que cuenta con cinco edificios (hospital, graneros, dos barracones para los soldados y en el centro, cuartel general). Estamos realizando un trabajo de consolidación, porque los restos que aparecen son de poca altura.
¿Es complicado trabajar en un yacimiento que permanece sepultado bajo el agua? No, al contrario. Si que es cierto que durante un periodo de tiempo nos vemos impedidos para trabajar en la zona, pero estar sepultado bajo el agua favorece su conservación, porque no deja crecer la maleza y lo protege de las heladas.
¿Cuál ha sido el objetivo de esta cuarta y última charla? Después de tres sesiones donde mis compañeros han hablado sobre la realidad arqueológica local, la Vía Nova y su potencial cultural y el megalitismo en las tierras del Leboreiro, la conferencia de Bande giró entorno a la romanización de los Querquerni, los habitantes de la antigua Baixa Limia, a la vez que comentamos algunos de los monumentos más importantes que hay relacionados con la Vía Nova y sus dos mansiones: Aquis Originis y Aquae Querquenae. ¿Los vecinos conocen la singularidad de esta comarca? Teóricamente no debería de ser desconocido, porque llevamos desde 1975 trabajando en las excavaciones arqueológicas. Pero siempre hay algún que otro despistado. En mi opinión, la gente se queda con los restos, el aspecto exterior, pero hay otra parte relacionada con las costumbres, que se han olvidado.
Como director de las excavaciones en el Aquis Querquennis, ¿qué nos puede contar sobre la nueva temporada? A mediados de agosto, cuando el embalse disminuya su capacidad, comenzaremos unos trabajos que se centrarán en el cuarterón noroccidental del campamento, que cuenta con cinco edificios (hospital, graneros, dos barracones para los soldados y en el centro, cuartel general). Estamos realizando un trabajo de consolidación, porque los restos que aparecen son de poca altura.
¿Es complicado trabajar en un yacimiento que permanece sepultado bajo el agua? No, al contrario. Si que es cierto que durante un periodo de tiempo nos vemos impedidos para trabajar en la zona, pero estar sepultado bajo el agua favorece su conservación, porque no deja crecer la maleza y lo protege de las heladas.
