He seguido con sumo interés la sección de 75 años del alzamiento de la guerra civil en Ourense que de forma brillante nos ilustra este diario.
A colación de tan horrendos hechos, acabo de leer uno de esos tesoros literarios que se nos escapan con el paso del tiempo. Se trata del magistral relato del periodista inglés George Orwell sobre sus vivencias en el frente de Huesca como miliciano del POUM, sus convulsas experiencias en Barcelona, los hospitales por los que fue deambulando cuando fue herido, las miserias, traiciones, represalias, intrigas y recelos inter-partidistas, mentiras, odios e injusticias que toda guerra genera. Lleva por titulo 'Homenaje a Cataluña' y es importante leer una edición que contenga los dos apéndices de capítulos que en un primer momento fueron censurados.
No sabía de la existencia de dicha obra si no fuera por una entrevista a Vargas Llosa definiéndola como uno de los mejores relatos que jamás haya leído. También en mi modesta opinión debo reconocer que el acercamiento a la realidad de lo sucedido en 1936 se refleja quizá más fielmente por autores extranjeros, sin desmerecer en absoluto a los nacionales y al extraordinario trabajo del profesor que edita la sección que aludía al principio. El propio Orwell escribe que la libertad individual y la imparcialidad de la información son contrarias a toda táctica militar y tiene la suficiente honestidad para advertir de su posible parcialidad en la narración de los hechos por él vividos. De ahí la enorme complejidad en la materia, una historia es la contada por los vencedores y otra bien distinta la que puedan narrar los vencidos.
La precariedad de medios, la falta de adiestramiento en las milicias, muchos menores de edad en el frente, atrocidades en las retaguardias de los dos lados, desorganización y demasiadas siglas políticas con intereses contrarios, hicieron que se alargase en exceso una lucha fraticida que generó mucho dolor, y que debe servir de lección para las generaciones que hemos nacido muchos años después, para que hecho semejante nunca vuelva a repetirse.
No sabía de la existencia de dicha obra si no fuera por una entrevista a Vargas Llosa definiéndola como uno de los mejores relatos que jamás haya leído. También en mi modesta opinión debo reconocer que el acercamiento a la realidad de lo sucedido en 1936 se refleja quizá más fielmente por autores extranjeros, sin desmerecer en absoluto a los nacionales y al extraordinario trabajo del profesor que edita la sección que aludía al principio. El propio Orwell escribe que la libertad individual y la imparcialidad de la información son contrarias a toda táctica militar y tiene la suficiente honestidad para advertir de su posible parcialidad en la narración de los hechos por él vividos. De ahí la enorme complejidad en la materia, una historia es la contada por los vencedores y otra bien distinta la que puedan narrar los vencidos.
La precariedad de medios, la falta de adiestramiento en las milicias, muchos menores de edad en el frente, atrocidades en las retaguardias de los dos lados, desorganización y demasiadas siglas políticas con intereses contrarios, hicieron que se alargase en exceso una lucha fraticida que generó mucho dolor, y que debe servir de lección para las generaciones que hemos nacido muchos años después, para que hecho semejante nunca vuelva a repetirse.
