ALEGRÍA CONTENIDA POR LA MARCHA DE ZAPATERO

La crisis económica y la mala gestión de la misma son sin duda las culpables de que el Gobierno socialista no haya logrado acabar la legislatura, algo que no ocurría en España desde hace décadas.
Aunque este Gobierno ya haya sido derrotado, y si 'nadie' lo remedia también sus sucesores en los próximos comicios, el verdadero daño, el más profundo y difícil de curar no está en la economía sino en los valores morales.

El mandato de Zapatero ha finalizado, es cierto, pero el legado que nos deja no se borrará tan fácilmente. La crisis moral que vive actualmente el mundo occidental ha sido avivada en nuestro país con las políticas radicales del Partido Socialista: El reabrir heridas del pasado cerradas ya con la transición, gracias a la Ley de Recuperación de la Memoria Histórica; la manipulación y el adoctrinamiento de la infancia con Educación para la Ciudadanía; el jugar con la unidad de España como moneda de cambio para perpetrarse unos meses más en la poltrona del poder; convertir la vida del no nacido y la de nuestros mayores en algo sobre lo que un Parlamento puede decidir con leyes tristemente trágicas como la del aborto y la eutanasia, encubierta en la Ley de Muerte Digna; la denominación de matrimonio para la unión de personas del mismo sexo, o la pasividad ante los ataques a la Fe Católica.

Todos estos hechos son solamente algunos de los muchos puntos negros de siete años de desgobierno que han dinamitado los valores que nuestra nación llevaba grabados desde tiempos inmemoriales, que han sembrado la discordia, el odio y la división entre los españoles, con el fin de reabrir una fractura social y política entre conciudadanos caldo de cultivo de las políticas totalitarias que el PSOE ha desarrollado a lo largo de su historia.

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