crisis de educación y valores

En la prensa y medios de comunicación estos días se habla del cierre de ambulatorios los fines de semana y festivos en Cataluña. El Gobierno catalán entrante se ha encontrado sin dinero y endeudado, podrían haber optado por ahorrar y cerrar sus 'embajadas', pero siempre nos toca pagar a los mismos, el pueblo.
En Castilla la Mancha también el nuevo Gobierno que a tomado posesión se ha encontrado con el mismo problema que el catalán, sin dinero y con deudas, y sin poder hacer frente al gasto farmacéutico.

El vicepresidente Manuel Chaves (PSOE), con toda su cara dura y sin sonrojarse, advirtió a los nuevos gobernantes que han tomado posesión de sus cargos que asumieran la herencia recibida, aunque en los cajones figurasen miles de millones en facturas no contabilizadas. Para colmo, el otro día escuché decir a un político del PP en una tertulia, que los políticos ganan poco dinero para la responsabilidad que tienen. Qué poca vergüenza, qué gente nos gobierna.

Así es este país, nos dividen en rojos o blancos, nacionalistas o constitucionalistas, de derechas o izquierdas, el pueblo es como un perro, que le echas la pelota y va detrás de ella a todo correr sin pensar por qué y para qué corre.

En los informativos de televisión y en prensa se ve a los indignados enfrente de los ambulatorios, también de los parlamentos con variadas consignas, pero me causa triteza y rabia no ver ni exigir responsabilidades a los que se han llevado el dinero o lo han dilapidado sin pudor ni complejo. Y, para colmo, estos sinvergüenzas siguen en sus partidos y escaños.

La prensa también es culpable por omitir, no denunciar, o no publicar estos casos y abusos, es culpable de impartir poca o ninguna pedagogía política y descalificarse continuamente entre los medios.

En este país existe una crisis más que económica, es de educación, y de valores, también poco o nada de sentido patriótico.

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