El 20 de noviembre se ha conmemorado el Día Internacional del Niño.
Si bien sus derechos fundamentales, que están reconocidos en su carta, muchas veces no aclaran el derecho del niño a participar en las decisiones de la vida pública. Más allá de lo anterior quiero llamar la atención sobre los diversos medicamentos subvencionados por el sistema nacional de salud que les han sido retirados a los niños tales como antitusivos, mucolíticos, expectorantes, antidiarreicos, oftalmológicos, entre otros. Tales medicamentos contribuyen a paliar, si no a curar, los síntomas colaterales del resfriado, gripe y catarro común. Por el contrario, si choca que sean gratuitos otro tipo de medicamentos tales como los tratamientos con metadona, incluso el uso de opiáceos o derivados, o las propias intervenciones para cambio de sexo.
No entiendo pues cómo mientras decimos que protegemos a la infancia, cosas tan elementales como las medicinas para mejorar su calidad de vida se han retirado por un ahorro economicista. ¿Se le ha consultado pues a los niños y a sus familias esta decisión política? ¿No deberían tener acaso los niños el derecho a participar en las decisiones que afectan a su salud y vida? No entiendo por qué si hemos crecido en derechos con la boca ancha predicada por los políticos, hemos decrecido en prestaciones necesarias como la expuesta. Algo pues no cuadra.
No entiendo pues cómo mientras decimos que protegemos a la infancia, cosas tan elementales como las medicinas para mejorar su calidad de vida se han retirado por un ahorro economicista. ¿Se le ha consultado pues a los niños y a sus familias esta decisión política? ¿No deberían tener acaso los niños el derecho a participar en las decisiones que afectan a su salud y vida? No entiendo por qué si hemos crecido en derechos con la boca ancha predicada por los políticos, hemos decrecido en prestaciones necesarias como la expuesta. Algo pues no cuadra.
