Soy un vecino de O Barco de Valdeorras y, para ser la pequeña población donde nos conocemos todos, entiendo que se toma con excesivo celo y rigurosidad el código de circulación por parte de los responsables municipales de este ámbito.
Esto me sospechar, por los numerosos casos de reclamaciones y el malestar general que tiene más bien un trasfondo recaudatorio. No se puede financiar con este sistema los desencajes en otros ámbitos, busquemos fórmulas más positivas que no hagan descalabrar todavía más las economías ciudadanas con la menospreciada frase de son solo...X...euros, ¡lo serán para Vd. que no salen de su bolsillo! No es una llamada al desorden sino a la cordura y la armonía municipal para que se restablezca el respeto a los agentes no por miedo sanción sino por gratitud a la colaboración con el ciudadano, que se nos olvida que es su principal función.
