LEYENDA NEGRA E INJURIAS A GALICIA

Julián Juderías, en su libro 'La leyenda negra y la verdad histórica' de 1914 acuña el término. Castelao en 'Sempre en Galiza', escribía: 'Podíamos encher moitas páxinas contando as inxúrias e calúmnias que Galiza leva soportando dendes que se xungueu a Castela, e os aldraxes que caíron, a bao, enriba dos galegos, inclusive nas Américas castelanizadas'.
No le faltaba razón. Se refería Góngora a Galicia como espesura es suciedad y la maleza es malicia. La satírica de Larra, en sus artículos costumbristas, aunque es cierto que describía la complacencia, la hipocresía, la vacuidad y la corrupción de la sociedad española en su integridad. Ortega y Gasset dejó escrito en 'La España Invertebrada': 'Galicia tierra pobre, habitada por almas rendidas, suspicaces y sin confianza en sí mismas'. Unamuno la reflejó como 'tierra que mueve a conservar más lo heredado que no a conquistar nada nuevo, que cría más codicia que ambición, permanentemente llorando con gaita o sin ella'. En el Diario de Sesiones del Congreso de 1855 los gallegos merecieron la frase con el calificativo de 'españoles desgraciados'.

Las del propio Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, con las acepciones de Costa Rica y El Salvador, de tonto, torpe, tartamudo, aplaudidas por Pérez Reverte y una pléyade de ignominiosos filibusteros. Las declaraciones de un patético director general de Tráfico culpando de los accidentes a los gallegos por su problema psicológico y por el pesimismo histórico que acarrean. El significado más peyorativo del término de la vilipendiosa Rosa Díez. La desfachatez del bachiller Montilla, que le traicionó el subconsciente, y ahora un resentido Aznar, elogiado por el presidente de la Xunta y criticado por la oposición ante sus palabras acerca de la personalidad de Rajoy y su origen gallego.

A todos aquellos con vocación de herir los más profundos sentimientos de Galicia, a sus nobles y emprendedores ciudadanos, trabajadores y luchadores como el que más, a los que Wellington al vencer a las tropas de Napoleón en la guerra de la Independencia definió como el pueblo más valiente que nunca había visto, les remito a nuestro solemne himno gallego: 'Mais sóo os iñorantes e feridos e duros, imbéciles e escuros, non nos entenden, non'. Y a nuestra Rosalía: 'E nunca tan torpe idea, tan criminal pensamento, coubo en máis fatuas cabezas ni en más fatuos sentimentos'. Tenéis mucho que aprender de Galicia y de los gallegos, empezando por no ser cretinos.

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