UN MAGISTRADO DEMASIADO PELIGROSO

Ha sido condenado, como ya intuíamos, el juez Baltasar Garzón por ordenar escuchas ilegales entre los inculpados del Caso Gürtel y sus abogados. Tal sentencia, que tanto alegra a Esperanza Aguirre y aplaudida por los sectores más rancios, carcas y ocultistas del País, es suficiente en razón de su licitud legal para acabar con la carrera de este magistrado, demasiado peligrosa para esos delincuentes ante los que le tiemblan los perniles a la Justicia. Vale...
¿Escuchas ilegales?, ¿seguro? Para los acusados de terrorismo no lo son y por lo tanto están autorizadas en ese supuesto. ¿Por dónde se pasan el artículo 14 de la Constitución? Claro, dirán que tal vulneración del derecho es una excepción que se lleva a cabo cuando existen indicios delictivos de los letrados? Entonces, ¿qué ocurre con la presunción de inocencia?, ¿qué pasa cuando se averigua que los defensores están implicados en los tejemanejes delictivos de numerosos políticos? No comprendo esa interpretación sesgada, pues los abundantes casos de corrupción los asumo como una forma de terrorismo, por cuanto tienen de coacción y generación de víctimas.

Lo que ocurre es que cambian la siglas, pues no es lo mismo que leamos ETA a que veamos PP. No es igual en cuanto a su tratamiento judicial porque eso supondría levantar la tapa de la fosa de excrementos sobre la que se mantiene el Sistema.

Salido de rositas Camps y reducido Garzón para que no remueva las deyecciones que salpicarían a la casta intocable, nos queda por ver cómo no se investigará el presunto apoyo de Juan Carlos de Borbón al gope del Estado, tampoco su hija Cristina será imputada se descubra lo que se descubra en el Caso Nóos, Urgandarín puede respirar tranquilo aunque su proceso no se haya iniciado, una despreocupación imposible de compartir por el juez que lo presidirá. Si le dejan. Decía Platón que la peor forma de injusticia es la justicia simulada. Nosotros, incapaces de distinguir la pantomima de la realidad o de reaccionar si nos damos cuenta, somos los principales cómplices de esa perversión. Y también damnificados. Pero 'lo que la naturaleza no da, Salamanca no lo otorga', así que a seguir tragando.

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