El papa Francisco habla para todos, creyentes o no, y va al núcleo de las cuestiones de tal forma que no deja a nadie indiferente.
Así, leyendo sus libros, discursos y documentos de cuando era arzobispo de Buenos Aires, nos permite ver su manera de enfocar los problemas de fe y las cuestiones sociales, buscando el contacto con la gente, incluso de los que sabe que no le quieren, para escuchar, comprender y salvar con el mandamiento del amor que nos propone el Señor, porque nos dice el papa Francisco que el poder como ideología única es una mentira, porque los prejuicios ideológicos deforman la mirada sobre el prójimo y la sociedad.
