pequeña niña, gran mujer

Se levanta temprano, con alegría, desayuna y se va al monte sola, es una niña, pero tiene el espíritu de una gran mujer, el ganado es su compañero y a cambio de trabajar para un vecino, un hermoso cuento su mejor amigo, lo lleva como su mayor tesoro, el ganado la ve tan feliz, que decide pastar y no molestar, ella se empeña en aprender a leer, quiere saber , quiere volar con los libros, ellos la llevaran de viaje, pero tiene que saber cual es la clave de las letras, y la encuentra, ella una niña, con espíritu de mujer, ese espíritu de mujer dispuesta y defensora de lo suyo.
Poco a poco las letras van descubriendo sus secretos, un día tuvo un gran problema, había una frase que no tenia sentido ninguno, ella cogía el cuento y veía los dibujos, luego juntaba las letras y poco a poco leía lo que Dios y la Virgen le enseñaban, pero aquella palabra, d r a gon, era muy difícil, no sabía como podían leerse tres letras, su empeño la llevo a descubrirlo, y como si de un caballero medieval se tratase, con un lápiz para ayudarse en lugar de una espada, venció al dragón y descubrió que las palabras pueden ser algunas veces así de caprichosas, y con esa victoria sobre el arte de la lectura, esta joven niña, gran mujer, se volvió del campo, tras muchos días, y muchas horas, sabiendo que las letras son el mejor compañero del alma, y el alma iluminada y despierta la mejor compañera del hombre.

Ella lo hizo sola y hoy en A Mezquita vive y recuerda aquella juventud que podía con el Mundo.

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