QUERIDO MINES

n n nEmpiezo por 'querido', porque, si bien antes de que nos dejara Michi ya lo eras, ahora lo eres mucho más para todos cuantos te conocimos, incluso antes de que tuvieras la fortuna de conocer, convivir y procrear con ella a unos maravillosos hijos, que son, junto con nuestros nietos, los que dan continuidad y sentido a nuestras vidas.
Tú, Mines (o 'Minus', como cariñosamente te llamamos algunos de tus antiguos vecinos), fuiste, desde muy niño, una persona esencialmente buena, la herencia más preciada que has recibido de tus padres, Herminio y Maruja. Diría más, de aquellos entrañables personajes, irrepetibles personajes, que formaban parte de nuestras vidas en la Calle Oscura, entre los que no puedo evitar nombrar a nuestra madre. Tengo frescas en la memoria tus travesuras, tu afición por pisar en los charcos. También la velentía de separar a dos compañeros o impedir el juego sucio cuando nos matábamos por un 'santo' o una chapa de gaseosa, en el Porto da Barca. Luego, una vida plena de éxitos y seguramente alguna cuchillada trapera. Pero, por encima de todo, Michi, 'Michiña', tu compañera de éxitos y fracasos, la que nunca se enfadaba porque por estar con los amigos llegabas tarde. La que fue soporte de incomprensiones y protagonista de las muchas aventuras que emprendiste en la vida.

Querido Mines, has recibido el legado de tu familia. Y estoy seguro que, como has hecho con Michi, te seguirás matando por ellos, no la vas a defraudar porque eres hombre de bien, de palabra y de hechos. Ellos necesitan mucho de tí, pero sobre todo de ella. Y ella, desde ese cielo en el que tu y yo creemos, te ayudará a soportar, como a todos de tejas abajo, lo bueno y lo malo que nos siga deparando la vida. Entendemos tu tristeza, porque aún está reciente ese tránsito que emprendió Michi entre este mundo imperfecto y la perfección de esa vida que nos fue prometida a los que hemos tratado de hacer el bien, y si algo mal hemos hecho, que seguro que si, lo fue por inconsciencia y porque hemos sido creados débiles. En esta seguridad tienes que estar tranquilo, transmitirle esta tranquilidad a tus hijos, que su madre ha dejado de sufrir, que está en ese lugar en el que se reúnen las familias, en el que no hay problemas, en el que se tiene la oportunidad de interceder ante Dios por los seres queridos.

Mines, hazle caso a Michi y sigue siendo la persona más alegre del mundo. Aunque parezca grotesco en estos momentos difíciles, sonríe, sigue tomando los vinos con los viejos amigos. Con esa voz que Dios te dio, dedícale de vez en cuando una serenata. Michi estará presente para siempre en nuestra memoria, y vosotros en nuestros corazones.

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