el sergas les cambia de restaurante en viana

Gracias Chelo.
Queremos darte las gracias, por habernos servido la comida en el centro de Salud de Viana do Bolo durante más de 13 años con tanto cariño. Juntos hemos compartido penas y alegrías, momentos divertidos e inolvidables, así como momentos amargos. Desde hace más o menos un mes, sin previo aviso y sin haber contado con el personal que realiza guardias en el centro de salud, la Gerencia nos ha cambiado de restaurante. Desde este centro, la mayoría (y digo la mayoría y no todos, Chelo, ya que no se puede gustar ni caer bien a todo el mundo porque no todo el mundo somos iguales, a la vista está) hemos intentado volver a comer en tu restaurante. Pero se han negado a ello.

Desde la Administración se nos ha mentido y ninguneado reiteradamente. Fuimos a hablar con ellos para deshacer una decisión que entendemos equivocada, tomada desde el despacho de alguien a quien la amistad, el cariño, la fidelidad y lealtad le son conceptos ajenos, porque ha permitido que la petición de una minoría haya hecho vinculante un cambio que la mayoría no deseaba. Le entregamos un escrito firmado por 11 de los 16 profesionales que realizan guardias en el PAC, oponiéndonos a la medida adoptada. El interés demostrado fue nulo. La decisión estaba tomada de antemano. Y se ha mantenido sin atender a los deseos de la mayoría. Esto nos da una idea de la catadura profesional, de este presunto tecnócrata (y digo presunto). Pero queremos que sepas que acudimos también a que nos amparase la gerente, y ha sido todo un magnífico estudio de la realidad que nos gobierna, porque no hizo nada, o mucho, ya que es quien sostiene al director de recursos económicos que fue quien tomó una decisión tan injusta sin contar con todos, o al menos, con la mayoría de nosotros.

Esta carta pretende ser un homenaje para el restaurante Chelo y para ti. No es que tengamos nada en contra del personal del bar en el que ahora nos pagan la comida, pero entendemos que no se han portado bien contigo, Chelo, después de habernos tratado durante tanto tiempo como si fuéramos de tu familia. Tú no has tenido la culpa de este entuerto, y es justo que así quede patente. Para algunos de nosotros siempre serás lo que siempre has sido: una persona entrañable. Un fuerte abrazo.

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