Las acusaciones contra Teddy Bautista y su equipo, que se deberán sustanciar en el ámbito judicial, son un reflejo de la anomalía que representa la propia SGAE.
Bautista ha dirigido la entidad como si fuera una satrapía para sus amigos, conocidos y referenciados mientras que aquellos que no forman parte de su círculo se han visto sistemáticamente excluidos. La voracidad recaudatoria del 'progresista' Teddy, amigo de asistir a todas las manifestaciones pseudoprogres y de apoyo a las tesis del Gobierno, y amigo también del cubano Fidel, ha llegado a extremos ridículos. Hemos visto cómo se acrecentaba el patrimonio de la institución y su recaudación no sufría mermas como consecuencia de la crisis. En este sentido, la propia retribución de su máximo dirigente producía estupor. No entiendo por qué entidades privadas recaudan un dinero del contribuyente que debería ser gestionado por una agencia pública. Nadie aceptaría que esto sucediera con otros tributos. Pero los SGAE siempre se han caracterizado por su progresismo y amiguismo del PSOE cuando éste está en el poder.
