TUNEL De o FOLGOSO: OBJETIVO RECAUDATORIO

Las obras en el túnel de O Folgoso en la autovía A-52 son nicho propicio para una buena recaudación por parte de la Guardia Civil de Tráfico. Los accesos a los desvíos en los dos sentidos están señalizados como zona en obras y existe la señal (dice mi denuncia, señal circunstancial) de prohibición de adelantamiento, pero siguen cohabitando los dos carriles para la circulación, hasta un momento que se transforma en cuello de embudo para acceder al desvío en sí, perfectamente señalizado.
Como quiera que circulaba con mi vehículo en dirección Ourense observando las señales luminosas y demás indicaciones, reduje la velocidad adecuadamente y continué por el carril izquierdo, por donde venía circulando, al tiempo que observé un coche patrulla de la Guardia Civil que circulaba muy lentamente, lo sobrepaso, siempre por mi carril izquierdo, y entro en el cuello de acceso al desvío con la debida prudencia, creo yo, pero al cabo de unos minutos la patrulla me persigue para que me detenga.

Una vez estacionado, me preguntan si sé por qué me van a sancionar, esta pregunta, perdón, pero es para el mago Merlín sinceramente. Contesté que lo ignoraba, me solicitan la documentación al efecto y tras treinta minutos, me entrega una boleta con el texto, en la que me sorprende que figura mi negativa a la firma (falso totalmente) y que les he adelantado en zona prohibida. Son 200 euros que quedarían en el 50% si la pago antes de una fecha indicada. Me viene muy bien, porque cobro el paro unos días antes, gracias por esa facilidad. Y me vende el favor de que no me retiran puntos, vaya. Es una sanción leve, dice, personalmente prefería perder dos puntos y no cien euros.

Continuamos el viaje y a fin de colocar toda la documentación que me había sido requerida, nos detuvimos en una cafetería de A Cañiza, y curiosamente me sirvió un poco de consuelo el comentario de otra persona, pues al ver que estaba con la multa y explicar como había ocurrido contestó: 'No es usted el primero?'.

Esa situación de total indefensión te lleva a reflexionar si sólo nos queda soportar y sufrir que la autoridad tenga que sancionar en base a unos objetivos y realizar un mínimo de denuncias, es triste. Pero son los tiempos que nos vienen, lo mismo les pasó a los empleados de las cajas con las preferentes, los obligaban a cumplir unos objetivos y ahí están sus víctimas, nos recortan las atenciones sanitarias, nos aumentan los impuestos, nos despiden bajo el amparo de las exigencias de los mercados, hasta donde. Posiblemente llegaremos a estallar y luego? la nada.

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