Aparecen pintadas en muros del Monasterio celanovense

El Concello estudia la instalación de cámaras como medida disuasoria y para identificar los autores

El Monasterio de San Rosendo de Celanova ha aparecido con varias pintadas que atentan gravemente contra el bien, declarado Monumento Nacional en el año 1931. Las marcas y dibujos, de diferentes tamaños y colores, se han localizado en varios puntos de la fachada monacal que da al parque de As Triguerizas, la parte trasera de la fuente de San Rosendo datada en el siglo XVII e incluso en el mobiliario público, causando estupor e indignación entre vecinos y responsables municipales.

“Que barbaridad, no me había percatado, ¡habrá que limpiarlo!”, comentaba María del Carmen González, una vecina que aprovechaba la soleada mañana para pasear por la zona. Otra mujer, usuaria del aula de informática ubicada en una de las dependencias del monasterio y en cuya puerta todavía se pueden ver las pintadas de las que fue víctima el pasado verano, lamentaba la “falta de educación y poco respeto” de algunas personas. “Es muy triste, pero ya no es solo el Monasterio, hay otras zonas de Celanova que están así o peor”, decía.

Desde el Concello, el alcalde Antonio Puga (Celanova Decide) lamentaba este atentado contra el principal monumento y referente de la villa de San Rosendo, en cuyas diferentes estancias están ubicados diferentes servicios municipales, incluido el consistorio y el Instituto, además de la iglesia monacal. “Trasladouse á Policía Local a necesidade de aumentar a vixilancia e control, especialmente nesta zona e tamén noutras, para evitar que isto se volva a producir”, dijo el regidor, quien además de poner el caso en conocimiento de la Guardia Civil, hará lo propio con Patrimonio para después proceder a su limpieza. “Estamos a estudar a posible instalación de cámaras de vixilancia para disuadir aos infractores e, no seu caso, poder identificalos e denuncialos”, comentaba Puga.

Delito grave

Tanto desde la Alcaldía como desde la Policía Local advierten que no estamos ante un acto vandálico sin más, sino que se trata de un delito recogido como tal en el artículo 323 del Código Penal que puede ser castigado con penas de prisión de seis meses a tres años o una multa de 12 a 24 meses. En caso de identificar al autor o autores, según la Ley 5/2016, de 4 de mayo, del Patrimonio Cultural de Galicia, las sanciones administrativas contemplan multas de entre los 6.001 a 150.000 euros en el caso de las infracciones graves y hasta el millón de euros en el caso de las muy graves.

La zona, que en las noches de verano suele ser frecuentada por los jóvenes para hacer botellón, acababa de ser objeto de una intervención el pasado mes de diciembre para mejorar el sistema de iluminación, sin que ello haya servido de elemento disuasorio. Acciones como esta, lamentaba Antonio Puga, van en contra de la línea marcada desde el grupo de gobierno para mejorar los espacios públicos y “facer unha Celanova máis bonita e coidada para todos”, dijo.

Aumento de los daños en otros puntos de la villa

Aspecto que presenta una de las puertas del cenobio.

Los daños contra el patrimonio monumental protegido son frecuentes en la villa de San Rosendo, más si se tiene en cuenta el amplio número de Bienes de Interés Cultural del municipio. No ocurre lo mismo en el resto de inmuebles, tanto públicos como privados, donde las autoridades policiales han detectado un incremento de los delitos en los últimos meses. 

Determinadas edificaciones, como la del pabellón de As Triguerizas (en la zona de protección del Monasterio), la escuela infantil municipal o el Auditorio Municipal Ilduara se han convertido tristemente en un lienzo en blanco para los infractores. Pintadas que empiezan a extenderse por el municipio, afectando desde los aparatos de juegos o los árboles del parque infantil, hasta fachadas de edificios educativos y de particulares, ante la indignación y enfado de los propietarios.

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