Casi sin tiempo para abrir los regalos, cerca de medio centenar de vecinos de A Merca participó ayer en la tradicional cabalgata real que recorrió los pueblos del rural. Pajes y pastores compartían las carrozas con Melchor, Gaspar y Baltasar en una de las cabalgatas más 'enxebres' y tradicionales de la provincia. Con lluvia, nieve o frío, desde hace 24 años un grupo de vecinos liderados por el párroco de San Ginés de Faramontaos, Manuel Rodríguez Seguín, participa en la singular comitiva que ayer recorrió 38 kilómetros para empapar de espíritu navideño a sus convecinos.
Bien abrigados con gorros y chaquetas, nietos y abuelos, hermanos y amigos participaron en la caravana itinerante. 'É unha festa especial, un momento para compartir e disfrutar entre todos', reconocía el alcalde de A Merca, Manuel Velo, asiduo a la cabalgata real.
MOMENTOS PARA COMPARTIR
Cargados de caramelos, pero también de panderetas y un armónico hilo musical que anunciaba su llegada, sus Majestades sacaron de sus casas a los vecinos de todos los pueblos a los que visitaron. A cambio, eran obsequiados con refrescos, algún trozo de bica, turrón o licor café. A lo largo del recorrido, hubo tiempo para compartir confidencias de la noche pasada y nuevos deseos para el año próximo, pero también para degustar los bocadillos y demás productos de la matanza en la comida campestre celebrada en Forxás de Viñas. 'Foi unha xornada moi gastronómica, probamos os productos de varias matanzas e viños de diferentes cosechas porque aquí, cada un trae un pouco de todo', resaltaban los presentes. Otro de los momentos más emotivos de la jornada fue la parada que sus Majestades de Oriente realizaron en las viviendas comunitarias para la tercera edad de A Corredoira y en el de la Virgen de Lourdes de A Manchica.
La animada cabalgata partió a las diez y media de la mañana de la iglesia de Faramontaos y, después de recorrer durante más de cinco horas las diferentes parroquias del ayuntamiento, en torno a las cuatro de la tarde llegaba entre vítores y aplausos al colegio Joaquina Gallego Jorreto de la capitalidad comarcal. El centro escolar albergó la eucaristía amenizada por los cantos y villancicos de la Coral-Rondalla de los Servicios Sociales de Celanova y la posterior representación de la Natividad en la que no faltaron los ángeles, los pastores y demás integrantes del portal, presididos por José, María y el niño Jesús, a quien van dedicadas las ofrendas.
MOMENTOS PARA COMPARTIR
Cargados de caramelos, pero también de panderetas y un armónico hilo musical que anunciaba su llegada, sus Majestades sacaron de sus casas a los vecinos de todos los pueblos a los que visitaron. A cambio, eran obsequiados con refrescos, algún trozo de bica, turrón o licor café. A lo largo del recorrido, hubo tiempo para compartir confidencias de la noche pasada y nuevos deseos para el año próximo, pero también para degustar los bocadillos y demás productos de la matanza en la comida campestre celebrada en Forxás de Viñas. 'Foi unha xornada moi gastronómica, probamos os productos de varias matanzas e viños de diferentes cosechas porque aquí, cada un trae un pouco de todo', resaltaban los presentes. Otro de los momentos más emotivos de la jornada fue la parada que sus Majestades de Oriente realizaron en las viviendas comunitarias para la tercera edad de A Corredoira y en el de la Virgen de Lourdes de A Manchica.
La animada cabalgata partió a las diez y media de la mañana de la iglesia de Faramontaos y, después de recorrer durante más de cinco horas las diferentes parroquias del ayuntamiento, en torno a las cuatro de la tarde llegaba entre vítores y aplausos al colegio Joaquina Gallego Jorreto de la capitalidad comarcal. El centro escolar albergó la eucaristía amenizada por los cantos y villancicos de la Coral-Rondalla de los Servicios Sociales de Celanova y la posterior representación de la Natividad en la que no faltaron los ángeles, los pastores y demás integrantes del portal, presididos por José, María y el niño Jesús, a quien van dedicadas las ofrendas.
