Medio centenar de comparsas y grupos participaron en el desfile del Sábado de Piñata

Colorido y crítica local para cerrar el Entroido celanovés

Uno de los grupos que participaron en el desfile. (Foto: M.P.)
La villa de San Rosendo se dejo conquistar ayer por el ambiente pagano en la celebración del Sábado de Piñata. En una localidad, sin gran tradición de actividad carnavalera, las calles se llenaron de cerca de medio centenar de agrupaciones, entre carrozas, comparsas y grupos para celebrar el primer desfile del Entroido del año.
Las gárgolas, reproducciones de las imágenes que ornamentan el monasterio celanovés y que fueron recuperadas como símbolo del Entroido, presidieron el recorrido por las calles del casco urbano seguidos de una extensa comitiva compuesta por nomos, cupidos, trogloditas, así como personajes de otras épocas.
Entre mariachis y coreografías de Karmele Marchante, una de las comparsas más esperadas fue la integrada por pollos, raposos, clientes de un hotel de lujo y 'criados' convocados por la plataforma 'Polo uso público do Mosteiro de Celanova' que acudieron a su particular Entroiada con una reproducción del edificio de O Poleiro.

Sin querer rivalizar con las celebraciones de Don carnaval en villas próximas como Xinzo o la capital, el Concello de Celanova reserva para el sábado de Piñata toda su artillería. Finalizado el desfile, los bailes latinos se hicieron con el ritmo en la Praza Maior dentro de las demostraciones que los grupos de la Escuela Baila Conmigo. La fiesta, tras la entrega de premios, se trasladó hasta la madrugada a bares y restaurantes de la villa.

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