El aprovechamiento y puesta en valor del medio rural a través de la plantación de diferentes variedades frutales empieza a ser una constante en la comarca de Terras de Celanova. A las plantaciones de manzanos de la variedad 'boi encarnado' promocionadas desde el Grupo de Desarrollo Rural GDR-16 O Vieiro-Leboreiro en el marco del programa 'Consumir para conservar' y el de olivos fomentados por la oficina de cooperativismo de la Mancomunidad, hay que añadir, desde esta primavera, el cultivo de mirabeles impulsado desde la Asociación Cultural As Ortigas.
El frutal, una pequeña ciruela amarilla de la familia de las rosáceas procedente de la Selva Negra, 'creemos que pode darse moi ben nesta comarca, que conta con similitudes co Rosal onde o mirabel é unha institución', apuntaba Martín Álvarez, presidente de la asociación.
RÁPIDO Y ECONÓMICO
El proyecto consistirá en la producción de mirabeles ecológicos para su comercialización directa como producto deshidratado. 'É un producto moi agradable que penso que pode funcionar moi ben', reconoce Martín Álvarez, que a medio plazo no descarta la posibilidad de ampliar la plantación para realizar aguardiente.
En una finca de Quintairos, en la parroquia celanovesa de Amoroce, han puesto en marcha la primera plantación con 40 árboles que, en dos años, 'darán 150 kilogramos cada un', explica Álvarez.
Precisamente la rapidez de su producción ha sido uno de las premisas que han tenido en cuenta en la asociación para decantarse por esta producción. 'O tema económico tamén influiu, o coste inicial non superou os 200 euros', reconocía.
Otras de las peculiaridades del proyecto ecológico es que, simultáneamente al desarrollo de la plantación, se llevará a cabo una investigación sobre la aplicación de la ortiga en agricultura ecológica, como fungicida, compost o vigorizante de la planta. 'Non estamos inventando nada, antaño xa utilizaban as estrugas contra o pulgón', concluía Martín Álvarez.
RÁPIDO Y ECONÓMICO
El proyecto consistirá en la producción de mirabeles ecológicos para su comercialización directa como producto deshidratado. 'É un producto moi agradable que penso que pode funcionar moi ben', reconoce Martín Álvarez, que a medio plazo no descarta la posibilidad de ampliar la plantación para realizar aguardiente.
En una finca de Quintairos, en la parroquia celanovesa de Amoroce, han puesto en marcha la primera plantación con 40 árboles que, en dos años, 'darán 150 kilogramos cada un', explica Álvarez.
Precisamente la rapidez de su producción ha sido uno de las premisas que han tenido en cuenta en la asociación para decantarse por esta producción. 'O tema económico tamén influiu, o coste inicial non superou os 200 euros', reconocía.
Otras de las peculiaridades del proyecto ecológico es que, simultáneamente al desarrollo de la plantación, se llevará a cabo una investigación sobre la aplicación de la ortiga en agricultura ecológica, como fungicida, compost o vigorizante de la planta. 'Non estamos inventando nada, antaño xa utilizaban as estrugas contra o pulgón', concluía Martín Álvarez.
