Arquitecto celanovés

Marcos Álvarez Montes: ‘La construcción en bloques está en crisis’

‘El respeto a la memoria’ es, según el celanovés Marcos Álvarez, premiado con el ‘Rodríguez Peña’ de Arquitectura, una de las premisas a la hora de ejecutar una rehabilitación.
La calidad arquitectónica y la integración en su entorno fueron dos de las razones argumentadas por el jurado de la segunda edición del premio ‘Rodríguez Peña’ de Arquitectura, para premiar a Marcos Álvarez Montes. El proyecto del arquitecto celanovés, consistente en la rehabilitación de una vivienda unifamiliar en Porto de Bares (Concello de Mañón) fue seleccionado entre las 24 candidaturas presentadas.

¿Cómo definiría el proyecto?

El proyecto potencia el encanto de lo sencillo y respeta la memoria del lugar. Simplemente se basó en ‘repetir’ lo que había. La propietaria de la vivienda nos pidió comodidad, como casa de vacaciones que es, y que se respetara la memoria del lugar. El modelo a seguir, en cuanto a estructuración interior, era la de la vivienda primitiva: carencia de corredores, las estancias sucediéndose unas a las otras y la figura de las escaleras siempre presente. Moverse en esta casa significa atravesar espacios modelados por la luz natural que penetra a través de los lucernarios abiertos en la cubierta. Además, este modelo permitirá que la vivienda sea capaz de generar varias soluciones programáticas con pequeños cambios de mobiliario, es decir, flexibilidad.

¿Qué siente al recibir el premio Rodríguez Peña?

Satisfacción por ver el resultado de un trabajo hecho con mucha ilusión y esfuerzo. La fase de proyecto se desarrolló en varios meses y durante la obra, todas las semanas, surgían problemas que había que solucionar lo más rápido posible. Lo que agradezco a la constructora, Mon, por el esfuerzo realizado.

¿Por qué cree que ha sido galardonado?

Por lo que dicen las notas de prensa, ‘por la calidad arquitectónica y la integración en el entorno’. Personalmente, creo que por el respeto a la memoria del lugar y que simplemente se ha repetido la estructura espacial que ya existía. También porque el proyecto establece más valías para el territorio.

¿Cuál ha sido la impresión de los vecinos?

Creo que la nueva casa les cae bien, ya que por fuera es como las suyas, blanca y con cubierta de pizarra. Durante la obra, nos comentaban que estaban muy contentos por el arreglo de la casa y por la nueva vecina. Sin la ayuda de la propietaria no hubiese sido posible este resultado. Para mí, la propiedad y sus demandas son un parte más del programa de la vivienda. Creo que a los vecinos les gustaría más si pudieran acceder al interior. Desde el exterior, la casa no permite vislumbrar la riqueza de los espacios interiores.

¿Cómo ha influido la crisis en la reconstrucción de viviendas?

En la construcción de esta vivienda en concreto no ha influido, ya que comenzó a finales del 2007. En general, creo que las rehabilitaciones sufren menos la actual crisis. Reciben más ayudas públicas, en razón a que es más sostenible rehabilitar o reconstruir que hacer obra nueva. Esperemos que las distintas administraciones sigan apoyando este tipo de obras. Existen actualmente ayudas de la Xunta y ayuntamientos, y ahora creo que se le suman también las de la Ley de economía sostenible. Lo que considero que sí está en crisis es el modelo actual de promoción de vivienda libre, es decir, la construcción de bloques de vivienda.

¿Qué opina de la rehabilitación en el rural ourensano?

Creo que a veces se abusa demasiado del rejuntado de la mampostería en las fachadas. Lo que hacían los antiguos maestros de obra era revestir la piedra de peor calidad y dejar vista la sillería y el perpiaño, sin embargo hoy se desnuda toda la mampostería sin importar las fachadas del entorno.


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