Representantes políticos de la “raia” ourensana volverán a sentarse en próximos días con sus homólogos lusos para definir la estrategia y pasos a seguir en la reivindicación de la prolongación de la autovía de Celanova a Portugal, tras el mazazo que supuso en esta “euroregión natural” que su petición no fuese tenida en cuenta en la Cumbre Ibérica celebrada recientemente en Viana do Castelo. “Imos facer un fronte común con Portugal”, aseguró la alcaldesa de Lobios, Mari Carmen Yáñez, quien mantiene un contacto fluido con los representantes de Arcos de Valdevez y Ponte da Barca, “que seguen traballando na mesma liña” para lograr la mejora de los 28 kilómetros del trazado que discurren entre la IC28 y A Madalena.
Desde Ponte da Barca, el “vereador” José Alfredo Oliveira incidió ayer esta colaboración transfronteriza y los avances lusos para “optimizar a financiamento deste investimento tan importante”, apuntando a los fondos europeos, bien sea a través del próximo Interreg (POCTEP) o a través de los PRR (los Next Generation en Portugal). Asimismo, Oliveira ratificó el apoyo del presidente de los populares de Portugal, Luis Montenegro, quien se mostró “sensible e solidario” con la reivindicación en su reciente visita al municipio, en una reunión con responsables regionales en la que participó el parlamentario gallego José Antonio Armada.
En el caso ourensano, el debate sobre de quién es competencia la prolongación de la AG-31 ralentiza los pasos a seguir. “Que se poñan de acordo dunha vez por todas e que decidan quen fai cada parte do tramo”, comentaba Pablo Álvarez, promotor de la iniciativa ciudadana que logró 2.500 firmas y el apoyo de los principales colectivos y asociaciones empresariales de la provincia. Álvarez hacía referencia a que, tal y como ha reconocido el Gobierno central, de los 43 kilómetros que separan Casal de Bispo (AG-31) y la frontera de A Madalena, 33 serían de competencia autonómica y los 10 últimos, estatales. En este punto, tanto Álvarez como miembros del PP hacían un paréntesis, para advertir un cambio en la Xunta, tras las declaraciones del presidente Alfonso Rueda, que ya habla abiertamente de la “autovía internacional” que comunique Celanova y Portugal.
Desilusión y enfado
Las declaraciones de Rueda se produjeron en la previa de la Cumbre Ibérica, donde los líderes locales y regionales habían puesto “moitas expectativas” con respecto a esta reivindicación. De ahí el enfado y la desilusión al conocerse que no llegó a tratarse en la reunión, tal y como pidieron con un carta firmada por los ayuntamientos en agosto en A Madalena, con el apoyo de la Diputación de Ourense y de la Comunidade Intermunicipal do Alto Miño. “E iso a pesar de recibir unha carta desde o gabinete da Presidencia do Goberno de España confirmando que darían traslado ao Ministerio de Infraestruturas para ser valorado na cumbre”, apuntaba el diputado provincial, Pablo Pérez, quien incidía en “a aposta por esta infraestrutura tan importante para o noso desenvolvemento económico e social”.
La diputada socialista Uxía Tizón explicó el silencio de la cumbre porque “generalmente, se abordan temas de competencia estatal, y no porque el Gobierno central no esté a favor”. En este punto Tizón recordó que está pendiente de debatir en el Congreso una proposición no de ley en la que el PSOE propone instar al Gobierno a “impulsar” la conexión de la AG-31 con Portugal. “Nos preocupa mucho”, dijo Tizón, incidiendo en que trabajarán para que este eje “tan necesario” para Ourense se lleve a cabo. “Carecer de esa vía é infravalorar ao territorio”, añadía el alcalde celanovés Antonio Puga.
