La eucaristía estuvo presidida por el cura de Viveiro, Antonio Gómez, que se emocionó en varios momentos de la misma
La misa dominical en la parroquia de San Salvador de Vilanova dos Infantes, la primera tras el asesinato de su párroco en manos de los ladrones que la semana pasada asaltaron la casa rectoral, se convirtió en un emotivo e íntimo homenaje a Adolfo Enríquez Méndez. La eucaristía estuvo presidida por el cura de Viveiro, Antonio Gómez, que se emocionó en varios momentos de la misma y que no tuvo sino palabras de cariño y amor para el que fue su amigo desde el seminario. Ejemplo de bondad y dedicación a los demás que también resaltaron dos vecinas que subieron al púlpito a leer una carta y un poema en su honor, así como el propio alcalde de Celanova, José Luis Ferro, que participó con una hermosa lectura.
En los bancos, que ayer lucían abarrotados, había vecinos, amigos y familiares del fallecido, que confirmaron que el próximo jueves le tendrán una misa en su aldea natal de Vila (Calvos de Randín). El Concello, que decretó tres días de luto que espiraron esta medianoche, también quiere organizarle un homenaje.
